Si el deshielo de los glaciares continúa al ritmo actual, muchas de estas masas de hielo podrían desaparecer antes de que termine el siglo XXI, advierten los expertos en clima de la ONU. Esta pérdida no solo transformaría radicalmente los ecosistemas de alta montaña, sino que también pondría en riesgo el suministro de agua de cientos de millones de personas que dependen de ellos. En el primer Día Mundial de los Glaciares, celebrado el pasado 21 de marzo, la comunidad científica y los organismos internacionales alertan sobre la urgencia de frenar el cambio climático para evitar impactos irreversibles en el planeta.