El 1 de mayo, mientras el mundo celebra los logros y reivindicaciones del movimiento obrero, surge una pregunta clave: ¿estamos construyendo un modelo de empleo realmente justo y sostenible? Para responderla, el informe Comunicando el Progreso 2024, elaborado por el Pacto Mundial de la ONU en España, ofrece una radiografía del compromiso empresarial en derechos humanos y laborales.
Según el estudio, el 93% de las empresas participantes considera la salud y seguridad en el trabajo como un eje central de su actuación en derechos humanos, y el 90% ya ha implementado medidas concretas para garantizar entornos laborales seguros. Estas cifras no solo sitúan al tejido empresarial español por encima de la media europea y mundial, sino que consolidan su papel de referencia en el impulso del trabajo digno.
El informe también destaca que un 87% de las compañías identifica las condiciones laborales —como salarios, jornadas y beneficios— como una prioridad, y el 85% cuenta con políticas específicas en este ámbito. Más importante aún, el 72% lleva a la práctica acciones formativas y de mejora, evidenciando un compromiso tangible con su plantilla.
En cuanto a las mejoras salariales, el 68% de las empresas ha firmado convenios colectivos para garantizar aumentos retributivos, mientras que el 57% ha impulsado cambios en las horas de trabajo, superando ampliamente el promedio europeo (45%) y global (39%). La promoción de la igualdad de género y la lucha contra la discriminación también figuran entre las prioridades del empresariado español. El 86% de las compañías consultadas sitúa la igualdad como un tema crucial, y el 81% destaca la importancia de evitar cualquier forma de discriminación en el empleo.
Asimismo, el 83% afirma disponer de políticas específicas en este campo, cifra que se eleva al 97% entre las grandes empresas. Sin embargo, la formación en igualdad todavía tiene margen de mejora: el 75% de las firmas españolas ofrece capacitación específica, por debajo del promedio mundial (81%).
No obstante, no todo son luces en el panorama empresarial. Comunicando el Progreso 2024 alerta sobre una asignatura pendiente: la erradicación del trabajo forzoso e infantil. Apenas el 64% y el 65% de las empresas, respectivamente, abordan estos problemas, frente a tasas europeas y globales cercanas al 77%. Peor aún, solo el 38% de las empresas en España ha implementado medidas concretas para combatir estas prácticas, mientras que en Europa la media asciende al 46% y a nivel global al 55%. Las pequeñas y medianas empresas (pymes) muestran un compromiso particularmente bajo, con niveles de acción entre el 32% y el 34%, en contraste con el 49% de las grandes corporaciones.
Pese a todo, la voluntad de actuar ante situaciones de vulneración laboral es alentadora: el 82% de las empresas españolas se declara dispuesta a corregir impactos negativos en caso de detectarlos, superando incluso la media europea. El Día del Trabajo no solo invita a celebrar los avances en derechos laborales, sino también a reconocer los desafíos aún pendientes. El compromiso demostrado por las empresas españolas en ámbitos como la salud laboral, las condiciones de trabajo y la igualdad es notable, pero resulta imprescindible reforzar la lucha contra el trabajo forzoso e infantil para cerrar las brechas existentes.
Construir un futuro del trabajo más inclusivo, seguro y respetuoso con los derechos humanos no es solo una meta del desarrollo sostenible, sino una necesidad ética y empresarial ineludible.