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Conflictos interminables, el impacto del cambio climático y la indiferencia hacia las leyes internacionales han dejado a millones en situación crítica. La ONU lanza un llamado urgente para salvar vidas y proteger los derechos humanos en 2025.
 305 millones de vidas en juego

En un contexto global marcado por conflictos prolongados, el impacto del cambio climático y el desprecio por las leyes internacionales, 305 millones de personas necesitarán ayuda humanitaria crítica en 2025. Así lo alertó Tom Fletcher, director de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, durante la presentación del Panorama Humanitario Mundial en Ginebra.

Fletcher describió una situación alarmante: “El mundo está en llamas y los más vulnerables están pagando el precio. Nos enfrentamos a una era de impunidad y de indiferencia.” Según el informe, de los millones en necesidad, los recursos alcanzarán a solo 190 millones de personas, dejando a más de un tercio sin asistencia vital.

Desde Gaza hasta Sudán y Ucrania, el panorama es devastador. Las cifras son impactantes: 123 millones de personas desplazadas por la fuerza, con niveles récord de violaciones de derechos humanos, especialmente contra niños. Uno de cada cinco vive en zonas de conflicto. Fletcher destacó cómo los conflictos y el cambio climático agravan la situación en las comunidades más vulnerables: “Estas crisis no solo se solapan, sino que golpean donde ya existe pobreza extrema e inequidad. Esto hace nuestro trabajo más difícil, pero también más urgente.”

Un compromiso renovado con la humanidad

Como nuevo líder de la OCHA, Fletcher se ha comprometido a presionar a los gobiernos y a construir nuevas alianzas para garantizar la asistencia. “Derribaré puertas si es necesario para conseguir los recursos. Mi misión es clara: no permitir que la compasión se desvanezca en un mundo que parece haber perdido su rumbo,” afirmó. Además, subrayó la necesidad de hacer cumplir el derecho internacional humanitario, que ha sido deliberadamente ignorado en algunos de los conflictos más feroces de los últimos años.

La ONU llama a la acción no solo a los gobiernos, sino también a la sociedad civil y a las organizaciones internacionales para frenar esta crisis global. “Defender los derechos humanos no es solo un deber ético, sino la base para construir un futuro más justo y seguro para todos,” concluyó Fletcher. El mensaje es claro: en un mundo cada vez más polarizado, la defensa de los derechos humanos y el apoyo a las personas más vulnerables no puede esperar. Las cifras son alarmantes, pero aún hay tiempo para actuar.

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