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Así lo muestra la Encuesta OFISO 2023 sobre Perspectivas de la Financiación Sostenible realizada entre los miembros de OFISO. Concretamente, el estudio revela que más del 40% de los encuestados están estudiando incorporar el capital natural como factor emergente en sus planes de financiación.
El capital natural, factor emergente en los planes de financiación

El Observatorio Español de la Financiación Sostenible-OFISO es un foro de encuentro, información y debate para compañías, entidades financieras, administraciones públicas y otros agentes de la industria financiera, a través de sus profesionales de las Finanzas Sostenibles; y una plataforma para dar visibilidad y notoriedad a su compromiso con la Financiación Sostenible.

Recientemente ha publicado su “Encuesta OFISO 2023” sobre Perspectivas de la Financiación Sostenible realizada entre los miembros de OFISO. La misma se ha realizado entre los Miembros de OFISO a través de sus representantes y expertos entre los días 15 y el 30 de junio de 2023, con carácter cualitativo y anónimo

El estudio revela que más del 40% de los encuestados están estudiando incorporar el capital natural como factor emergente en sus planes de financiación. En los últimos años, el reconocimiento del valor del capital natural ha aumentado en el ámbito de la financiación y la inversión. Los planes de financiación ahora están considerando el capital natural como un factor importante a tener en cuenta. Algunas formas en las que el capital natural está emergiendo en los planes de financiación son:

  1. Valoración del capital natural: Los planes de financiación están incorporando métodos para valorar el capital natural y los servicios ecosistémicos que brindan. Esto implica asignar un valor monetario o económico a los recursos naturales, lo que ayuda a comprender su importancia y contribución a la economía.
  2. Inversiones en proyectos sostenibles: Los planes de financiación están promoviendo la inversión en proyectos que protegen y conservan el capital natural. Esto puede incluir inversiones en energías renovables, agricultura sostenible, conservación de ecosistemas y restauración de paisajes degradados.
  3. Bonos verdes y sostenibles: Los bonos verdes y sostenibles se emiten para financiar proyectos que tienen beneficios ambientales y sociales. Estos bonos están respaldados por inversiones en áreas como energía limpia, transporte sostenible, protección de la biodiversidad y gestión del agua, lo que fomenta la conservación del capital natural.
  4. Integración de riesgos ambientales: Los planes de financiación están considerando cada vez más los riesgos ambientales y climáticos asociados con la pérdida de capital natural. Se evalúa el impacto de estos riesgos en la estabilidad financiera y se adoptan medidas para mitigarlos, como seguros contra desastres naturales y adaptación al cambio climático.
  5. Contabilidad del capital natural: Algunas iniciativas están trabajando en la incorporación del capital natural en los sistemas contables y de reporte financiero. Esto permitiría una mejor comprensión de cómo las empresas y las organizaciones dependen y afectan el capital natural en sus operaciones, promoviendo una gestión más sostenible.

El estudio muestra que, además, ante la inquietud y el temor de los supervisores e inversores por el greenwashing, el 35% de los encuestados afirma que cuenta con políticas activas de prevención. Se observa también que el greenium obtenido a través de la financiación sostenible llega a los 5p.b. en 8 de cada 10 encuestados, y el 20% restante llega incluso a superar esa cifra.

De este modo, la Encuesta OFISO 2023 pone de manifiesto que la nueva regulación en este campo no está teniendo un impacto o influencia uniforme en las operaciones de financiación: un tercio no ve efectos, otro observa una influencia marginal y el último tercio la encuentra bastante significativa.

Otra de las conclusiones que se desprende del estudio es que ha habido un gran crecimiento en el número de compañías con objetivos de neutralidad climática para el 2050. Por su parte, se mantiene en el 50% el porcentaje de los encuestados que observan avances tanto en la percepción de la brecha de género como en la inclusión de objetivos de sostenibilidad en la política de remuneración.

 

 

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