Uno de los stakeholders más importantes, de la familia, es el grupo del que menos se habla en seminarios y congresos de Responsabilidad Social.Además de que la conservación de los roles paterno y materno tienen igualdad de importancia para la formación de un individuo sano, la falta de conciliación de la vida personal con la laboral trae como consecuencia, un mal desempeño de estas funciones, con problemáticas en la saludable gestión de los negocios también.
De hecho, existe un consenso de que el fin ultimo del coaching, remedio para problemas organizacionales, es trabajar sobre las heridas de una paternidad difícil. Si a ello le sumamos el impacto que el desempleo puede tener, queda claro el malestar social al que el proyecto más importante de un ser humano esta expuesto.Al respecto, el International Center for Work & Family comenzó a desarrollar el tema conciliación en el año 99 porque identificaron casos en los que las personas, si bien se habían esforzado para llegar a cierto nivel en la organización, no se encontraban felices con su vida privada.
Esta perspectiva es interesante porque incorpora en la concepción de preservación del medio ambiente a la familia, de manera de preservar lo que el centro llama, la “ecología humana” y satisfacer así, las necesidades de la empresa en el presente, sin comprometer las necesidades de recursos humanos de la nueva generación de empresas en el futuro.Pero sin conciencia empresaria acerca de estos problemas, poco podremos hacer para que un grupo de interés como este, conserve su salud, es decir, un adecuado equilibrio para alcanzar bienestar y calidad de vida.
La Empresa Familiarmente Responsable no solo debe tener directivos y empresarios con una visión clara de lo que significa ser persona, sino también conciencia del impacto de sus decisiones para la adecuada planificación de nuevas generaciones que transmitan y mejoren lo que se les ha legado.