RSE: ¿Quién decide la política del Gobierno sobre transgénicos?
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España es el único país de la UE que cultiva transgénicos a gran escala. Y en los últimos meses se ha convertido además en un férreo defensor de su introducción en el resto de la UE, llegando incluso a posicionarse en contra de países que, como Francia, han optado por prohibir su cultivo.
Amigos de la Tierra
Amigos de la Tierra.- El Gobierno hace recaer la responsabilidad de sus decisiones en esta materia en la Comisión Nacional de Bioseguridad, un cuerpo supuestamente científico. Cuando se analiza su composición, se ve que hay solo 7 representantes científicos (de un total de 46 miembros), muchos de ellos públicamente defensores de los transgénicos y con relaciones demasiado cercanas con la industria de los transgénicos, sus fundaciones y lobbies como para que los consumidores podamos estar tranquilos. Entre los representantes de la Administración en esta Comisión, algunos también mantienen una relación demasiado estrecha con la industria.
Se nos intenta convencer que los transgénicos ya presentes en nuestra alimentación y agricultura son seguros y son los productos más evaluados de la historia. Sin embargo, si consideramos que los estudios sobre su seguridad son realizados por las multinacionales que quieren introducirlos, y que el Gobierno les da el visto bueno a través de una Comisión formada por biotecnólogos con "malas compañías", muy metidos en el entorno de la industria, la credibilidad de esta afirmación está más que en entredicho. Tenemos demasiadas evidencias ya de problemas producidos por transgénicos y que, evidentemente, no han sido detectados durante su aprobación.
Necesitamos un debate en profundidad, con científicos de todas las disciplinas, y representantes del conjunto de la sociedad civil, sobre el modelo de agricultura que queremos en el futuro. Un modelo de agricultura industrial, que abusa de pesticidas y fertilizantes, ligado a los transgénicos; o un modelo de agricultura sostenible y social, que minimice sus impactos ambientales y produzca alimentos sanos y de calidad.
El Gobierno no puede seguir eludiendo su responsabilidad para liderar este debate. Y debe comenzar por aplicar el principio de precaución y prohibir el cultivo de transgénicos en nuestro país. Las Malas Companias II