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¿Se han preguntado alguna vez por qué tantas noticias y notas de prensa resaltan o destacan los datos sobre conciliación? Hace pocos días me volví a encontrar con esta situación, al recibir la noticia de la publicación de un Eurobarómetro. La noticia resaltaba los datos sobre la conciliación, es decir, el arte de compatibilizar la vida laboral, personal y familiar.

 

En esta ocasión, los datos proceden de un estudio reciente (septiembre 2008) e incluye datos de todos los estados miembro de la UE. Más allá de la curiosidad de compararnos con otros ciudadanos de la Unión, o de fantasear en cómo sería mi vida en Malta o en Alemania, creo que el interés de este informe se encuentra en analizar, precisamente, los datos que se refieren a España.

 

El citado Eurobarómetro plantea varias cuestiones relacionadas con la vida familiar y las necesidades de los mayores. Plantea cuestiones acerca de los problemas que debe afrontar una familia, el equilibrio entre la vida laboral y familiar, las ayudas públicas, y la organización del cuidado de los hijos. En cuanto a las necesidades de los mayores, también plantea varias cuestiones relacionadas con la jubilación y las políticas públicas relacionadas con la tercera edad. Pero centrémonos en la primera parte del estudio.

 

La primera cuestión que nos resulta interesante es la que plantea cuáles son las dos dificultades más importantes para las familias. En España, después del alto coste de la vivienda, destaca en segundo lugar la dificultad para combinar la vida laboral y familiar, que aparece en más del 30% de las respuestas. Es decir, sigue siendo uno de las cuestiones que más preocupan en nuestro país, para casi una de cada tres personas es uno de los problemas familiares más importantes.

 

La segunda cuestión plantea con qué grado de dificultad califica la conciliación trabajo-vida familiar. Para el 22% de los encuestados en España, la respuesta es "Muy difícil". Y más del 42% responde "Bastante difícil".

 

Quizás ninguno de estos datos resulte novedoso, puesto que todos los interesados en esta área de conocimiento conocemos resultados similares de estudios anteriores. Quizás nos resulte destacable la constancia en las respuestas, ya que en las distintas encuestas se repiten los resultados, de manera bastante parecida.

 

Precisamente la repetición de los resultados sirve como acicate para seguir buscando soluciones adecuadas que ayuden a los trabajadores y las familias que quieren resolver este problema. Y podemos dar aún otro paso en la buena dirección, si nos planteamos un objetivo más ambicioso: convirtamos este problema en una solución, en una oportunidad, hagamos atractivo que la gente concilie y que sus empresas estén interesadas en favorecer la conciliación.

 

En este sentido, y sin querer menospreciar la capacidad intelectual de nadie, creo que debemos partir de una posición humilde, y más que inventar soluciones o aplicar innovadoras propuestas de management debemos escuchar qué pide la gente corriente, qué propuestas prefieren los trabajadores cuando se les pregunta. El Eurobarómetro también plantea alguna cuestión en este sentido, cuando pregunta por la opción más realista y práctica de combinar el trabajo con el cuidado de los niños. Aquí, la respuesta más citada es que uno de los padres disponga de un trabajo a tiempo parcial, seguida por la opción de que ambos padres dispongan de un trabajo un trabajo a tiempo parcial.

 

La tarea que se puede plantear a los agentes sociales en general, y a las Administraciones en particular, consiste en fomentar que las empresas valoren la opción de facilitar la conciliación facilitando la reducción de jornada o la adaptación de los horarios en los trabajadores. Aunque es cierto que ya existe el derecho a reducir la jornada, y que esta opción fue incorporada al Estatuto de los Trabajadores en una de las últimas reformas, también lo es que muchas empresas no permiten (en la práctica) que los trabajadores opten por reducir su jornada laboral. Las dificultades perduran a través de prácticas habituales, opiniones generalizadas o "cultura empresarial", y a veces pasa incluso por la propuesta de despido. Ahí se encuentra el reto: cómo favorecer el cambio de percepción de la jornada reducida como forma de retener a buenos trabajadores, de fomentar la vinculación con la empresa, o de reducir costes sin perder los recursos humanos.

 

Lógicamente, ninguna solución es perfecta ni completa, y hacen falta acciones combinadas desde todos los agentes y en varias direcciones para mejorar la conciliación en las empresas. Nadie tiene una varita mágica que resuelva estos problemas que, además, varían con el tiempo, como varían las necesidades de conciliación a lo largo del tiempo cuando crecen los hijos, o los mayores se hacen dependientes. Pero debemos seguir trabajando, imaginando e innovando para "normalizar" la conciliación, de forma que deje de ser una de las preocupaciones principales y, por fin, podamos decir que la conciliación "no interesa" a nadie.

 

 Referencia: Family life and the needs of an ageing population. Flash Eurobarometer 247. October 2008.

La noticia de la publicación del Eurobarómetro a la que se hace referencia puede leerse en http://www.fundacionentorno.org/noticias/index.asp?cid=18418&mode=default.

 

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