Parece que todavia lo estoy viendo, paseando relajadamente entre los atardeceres irrepetibles de Riaza, pueblo segoviano donde será enterrado y donde pasaba la mayor parte de sus días desde que abandonó la presidencia de CEOE.
Como empresario, todos sabemos de su valor, como persona, era un hombre amable, cercano y atento, que siempre tuvo tiempo de deterse a cruzar unas palabras y a devolver una sonrisa.
Descanse en paz, en el lugar que de seguro es lo mas cerca al paraiso que el consideraba, su adorada Riaza.