Francisco Abad es director general de la Fundación Empresa y Sociedad, una fundación española que promueve que las empresas y cajas de ahorros sean activas en la integración de personas desfavorecidas (inmigrantes, mayores,personas con discapacidad, jóvenes en riesgo...) con un enfoque que integra el ángulo empresarial y el social, el técnico y el humano, la competitividad empresarial y la cohesión social.
La Fundación que dirige acaba de ser seleccionada para formar parte del Consejo de RSC del Ministerio de Trabajo.
¿Qué expectativas tiene del Consejo de RSC?
Espero que uno de sus primeros pasos sea definir sus objetivos y actuaciones, con un calendario y unas métricas que permitan evaluar al propio Consejo y a cada uno de sus miembros. Que deben ser ambiciosas y útiles para las empresa y para la sociedad, porque si no los ciudadanos dirán que en estos tiempos es más responsable crear Consejos Estatales de otras cosas, en este momento más prioritarias. Debería promover actuaciones en ámbitos como el empleo, la inmigración, la dependencia o el envejecimiento, que hasta ahora no han estado en la agenda aunque hoy son obvios. Teniendo en cuenta que la prioridad de las empresas es crear valor, que es el planteamiento más responsable y sostenible.
¿Le parece apropiada la selección de los miembros de la Sociedad Civil por parte del Ministerio de Trabajo?
Más que la selección me llama la atención el número de miembros. Es difícil que sea operativo un organismo tan numeroso. Y que sea eficaz para aportar valor al empresariado. No sé si sus miembros coinciden en que los empresarios entienden de liderazgo, visión, decisión… Y sus decisiones más relevantes, desde la misma creación hasta cualquier concepto estratégico, como el de empresa responsable, no se toman mediante asambleas muy numerosas de "grupos de interés".
La primera impresión sobre la lista que circula, de la que todavía no hemos recibido notificación oficial, es que la presencia directa de empresas es mínima y que faltan algunos prestigiosos expertos y entidades. Algo que supongo que se puede solucionar incorporándoles a los grupos de trabajo o mediante las rotaciones que es sano que tengan este tipo de puestos.
Como Director de la Fundación Empresa y Sociedad, ¿cree usted que desde el Consejo sólo se debe promover a las empresas que lo hacen bien o también proponer algún tipo de correctivo para aquellas entidades dicen que hacen y llevan a gala su RSE, hasta que alguien mira debajo de la alfombra?
Creo que la aplicación de correctivos no es de lo primero para ayudar a mejorar en un momento con tantos frentes abiertos. ¿Se imaginan algo parecido sobre malas prácticas políticas, sindicales o de ONG? ¿Ahora? Si se dan esas situaciones entre las empresas que más presumen, la sociedad está suficientemente informada y madura para actuar en consecuencia. Entre las numerosas tareas iniciales del Consejo veo más la encaminadas a inspirar, ilusionar, influir e implicar al mundo empresarial en actuaciones de envergadura.
Asistimos a tiempos duros para muchos ciudadanos, Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en Seat, General Motors, Santana, Futura, Span Air y en miles de PYME, además del parón en a construcción, ¿Cúal cree usted que debe ser la actitud de las empresas en esta situación?
Mantener la visión a largo plazo que les animó a ponerse en marcha y de alguna manera, volver a empezar. Algo que a veces requiere tomar decisiones que no siempre son bien entendidas en un primer momento por la opinión pública.
¿Debe el Estado acudir en su rescate?
No.
La caída del muro de Berlín, supuso el fin del modelo económico socialista. ¿Cree que la crisis económica producirá algún tipo de cambio en nuestro modelo económico actual?
Claro, y seguro que a mejor. Lo produjo Enron, cuyo caso supuso un impulso a lo que hoy es la "industria" de la R"S"C.
Hoy nuestra crisis es mayor. Y en ámbitos tan cercanos a todos como el empleo o la estabilidad económica, sobre todo de los que tienen más dificultades. Por eso apuesto a que se producirá una reacción mayor por parte de las empresas. Más cercana a su protagonismo en la cohesión social, la integración de personas desfavorecidas y el bienestar ciudadano. De manera menos institucional y más capilar. Más humana y más empresarial a la vez, porque no son términos antagónicos sino complementarios. No olvidemos que una empresa la pone en marcha una persona que tiene claro que uno de los mejores servicios que puede prestar a la sociedad es ser empresario. Si hubiera más empresarios de verdad entre nosotros la crisis sería menor.