El marco europeo para desarrollar un sistema sostenible de transporte, ofrece grandes oportunidades para las empresas ferroviarias debido a su propia naturaleza, que responde plenamente a los principales objetivos de la Política Europea de Transporte: reducción de costes externos, optimización de modos, utilización de tecnologías menos contaminantes e intermodalidad. La sostenibilidad es una ventaja competitiva dentro del sector del Transporte, y como tal, es una estrategia clave para liderar un mercado, el ferroviario, que se liberalizará a partir de 2010.
Para aprovechar estas oportunidades, Renfe ha recogido en su Contrato-Programa con el Estado para el periodo 2005-2010 una inversión histórica de 5.800 millones de euros, y un elevado compromiso de crecimiento. Según las previsiones de dicho contrato, el número de viajeros-kilómetro pasará de 20,5 millones en 2006 a 29,4 en 2010 (un 43,4% de incremento), mientras que las toneladas-kilómetro transportadas serán 13,37 millones frente a las 11,36 de 2006 (un 17,17% más).
Ahorro de costes externos: indicador de sostenibilidad
Uno de los frutos importantes de este esfuerzo es el importante ahorro de costes externos generado por la actividad de Renfe, que puede cifrarse en 2.137,9 millones de euros durante el año 2007.
La operadora española ha asumido además un compromiso con la eficiencia energética para conseguir un ahorro energético específico (por unidad de tráfico transportada) del 9,1% en 2009, respecto a las cifras de 2004. Este objetivo supone adelantarse en tres años a la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España (E4), que recomienda ese porcentaje de reducción del consumo en el Sector del Transporte para 2012. Para ello, se está llevando a cabo una profunda renovación del parque de material rodante, se está apostando por una operación eficiente, se está trabajando con energías renovables y se está participando activamente en proyectos y foros, para conseguir la integración de las partes interesadas en la gestión energética.
El concepto de "costes externos" es un claro indicador integrado de Sostenibilidad del transporte, ya que permite cuantificar económicamente el menor impacto negativo en la sociedad. Los costes externos aglutinan indicadores de cambio climático, contaminación atmosférica, accidentes, contaminación acústica y degradación del paisaje y la calidad de vida. La metodología empleada para el cálculo de este ahorro ha sido desarrollada por las universidades de Karlsruhe y Leeds.
Renfe aporta, asimismo, a la sociedad tecnologías menos contaminantes que otros medios de transporte, que se sustancian en menores emisiones de CO2, especialmente en el caso del tren de Alta Velocidad, que contamina incluso menos que el tren convencional. Los trenes de Alta Velocidad emiten 6,5 veces menos CO2 por viajero transportado que el avión y 5,5 veces menos que el vehículo privado.
Para representarlo de un modo gráfico, la comparación entre las emisiones generadas por el avión y Renfe Ave en el trayecto Madrid-Barcelona es la misma que entre el peso de una persona y su equipaje de mano. Es decir, el avión genera unos 70 kilogramos de CO2 mientras que el tren de Alta Velocidad en torno a 13 kilogramos.
"Un tren de valores": la estrategia de RSE de Renfe
Por otra parte, mediante la estrategia de RSE de Renfe "Un tren de valores", hemos suscrito con la sociedad un cuádruple compromiso, social, cultural, ético y con la sostenibilidad.
En virtud de estos compromisos, la empresa cuenta entre sus prioridades con una política de accesibilidad al sistema ferroviario. Todos los nuevos trenes son completamente accesibles, lo que permitirá que en 2010 el 92% de toda la flota esté adaptada a estas necesidades; un gran salto, teniendo en cuenta que en 2004 sólo lo estaba el 11%. En colaboración con ONCE y Cermi, Renfe ha desarrollado un servicio de información y un sistema de atención personalizada al cliente junto con Adif (el gestor de la infraestructura).
Dentro de su compromiso ambiental, Renfe ha elaborado un decálogo para cumplir y hacer cumplir a sus filiales, contratistas y proveedoras la normativa y los compromisos voluntarios adquiridos. Diez puntos que incluyen sistemas de vigilancia, programas de mejora, utilización eficiente de los recursos, gestión de los residuos, sensibilización de los empleados y fomentar el diálogo de las partes interesadas, entre otras medidas.
Sostenibilidad: un reto para la sociedad y un compromiso para Renfe.
Como conclusión, para Renfe no existe conflicto entre la creación de valor para la empresa y la creación de valor para la sociedad, sino todo lo contrario. Adoptando los elementos propios del paradigma de la sostenibilidad en nuestra estrategia y en nuestra labor cotidiana, es como pretendemos ser el operador de transporte de referencia.