Todos los ciudadanos podemos cooperar en la erradicación de los plásticos, y realizar actividades personales en ese sentido ayuda a que otras personas también se animen a movilizarse. Ello favorece que los comercios y la legislación se decidan a amoldarse a las exigencias de los clientes. Así que, en la medida de mis posibilidades, realizo diversas acciones de “polinización” en pro de un mundo más respetuoso con la madre Tierra.
Te explico una muy sencilla por si te animas a ponerla en marcha:
Siempre es mejor comprar frutas y hortalizas de proximidad y a pequeños comerciantes, pero en una gran ciudad a veces resulta muy difícil. A mí me ocurre de vez en cuando que no me queda más remedio que acudir al super y abastecerme de dichos productos. En estos casos hago lo siguiente:
Y hago todo eso en voz alta para que la cajera se percate del porqué… y también los clientes que hacen cola para pagar.
Cuantas más personas lo hagamos, más presión ejercemos sobre el super en cuestión… y en la sociedad.