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Educación para la igualdad

Es difícil no divagar al elegir la brecha más importante a la que nos enfrentamos las mujeres. Sin embargo, a veces, cuando las posibilidades son tan amplias, hay que llevar la vista a los cimientos. Como en muchos temas de importancia que afectan a las personas, para construir unos buenos cimientos se necesita una buena educación. En el caso de la igualdad de género, cobran especial relevancia tanto el propio contenido de la educación que reciben los más jóvenes como el acceso a la posibilidad de tener una educación. Estos dos pilares fundamentales son clave, desde mi punto de vista, para poder concebir un futuro mejor en materia de igualdad a nivel global.

Al respecto, la UNESCO, en su función de dirigir y coordinar la Agenda de Educación 2030, publicaba esta estrategia que a mi parecer recoge muchos puntos clave que deben abordarse en materia educativa. Sin embargo, desde una perspectiva más personal y volviendo a los dos pilares que comentaba antes, creo que poder acceder a una educación, especialmente las mujeres, capacita para comprender la realidad desde una perspectiva personal y reflexiva, lejos de las imposiciones sociales que puedan condicionar el razonamiento. Por otro lado, educar desde el respeto, luchando contra ideas retrógradas que en ningún caso se adaptan a la realidad actual y que, por desgracia, aún existen, puede suponer el mayor de los cambios hacia un futuro en el que no tengamos siquiera que debatir sobre igualdad, porque entonces ya sea una realidad.

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Opinión8M2024

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