La reducción de las emisiones de combustibles fósiles de la India -un compromiso asumido en la COP26- requerirá una inversión considerable, ya que el país obtiene actualmente más de la mitad de su energía del carbón.
La India se ha comprometido a alcanzar el objetivo de cero emisiones en 2070. Como primer paso en ese camino, se ha fijado el objetivo de aumentar su capacidad de energías renovables de 150 Gigavatios (GW) a 500GW para 2030, lo que supondría el 50% de su combinación energética. La transición de la India desde los combustibles fósiles podría servir de modelo para otros países y su desarrollo limpio.
El increíble crecimiento económico de la India ha sacado a millones de personas de la pobreza. Cada año, 50 nuevos millones de ciudadanos reciben electricidad y la urbanización del país aumenta a un ritmo equivalente a añadir una ciudad del tamaño de Londres. Este extraordinario crecimiento ha sido alimentado históricamente por el carbón y el petróleo. En 2020, el carbón representaba el 54% de la capacidad energética de la India y las emisiones de CO2 del país son ahora las terceras más altas del mundo después de China y Estados Unidos.
Para que la India realice una transición energética de los combustibles fósiles a las energías renovables que necesita, serán necesarias enormes cantidades de capital. Para 2050, si la India logra sus objetivos de cero neto, se calcula que habrá que añadir a la red más de 1.500 GW de energías renovables, lo que supone alrededor del 66% de la combinación energética. También habrá que construir infraestructuras energéticas y capacidad de almacenamiento a gran escala.
Además de aumentar la producción de electricidad renovable, la India también ha revelado recientemente planes para invertir en capacidades de hidrógeno, que podrían reducir significativamente el coste de las energías renovables. Una política reciente tiene como objetivo la producción de 5 millones de toneladas al año de hidrógeno renovable para 2030 para los mercados nacionales y de exportación. Además, el desarrollo en el almacenamiento de baterías junto con el hidrógeno verde ofrecen oportunidades que podrían crear un mercado por valor de 80.000 millones de dólares para 2030. En conjunto, esta combinación de diferentes fuentes de energía podría sustituir rápidamente la necesidad de carbón.
Pero sin el apoyo internacional y la financiación adecuada para el clima, será extremadamente difícil desplegar estas nuevas tecnologías, cumplir sus objetivos nacionales y ayudar al mundo a descarbonizarse en línea con el Acuerdo de París. La Agencia Internacional de la Energía calcula que, de aquí a 2030, se necesitarán 160.000 millones de dólares al año, es decir, tres veces más que los niveles de inversión actuales. Por lo tanto, el acceso a la inversión a largo plazo y de bajo coste es muy necesario para que la India cumpla sus objetivos de cero emisiones netas.
Aquí es donde los mercados de bonos tienen un papel clave, ya que entre el 70 y el 75% del capital necesario para los proyectos de generación de energías renovables es probable que provenga de la deuda, y el resto de la inversión en acciones. Los mercados de bonos extranjeros son una fuente crucial de fondos, sobre todo porque los bonos con un propósito alineado con los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU son muy demandados por los inversores de todo el mundo.
Actualmente, la emisión de bonos verdes en la India está dominada por los mayores promotores de energías renovables del país. De hecho, el país ha crecido hasta convertirse en el segundo mercado de bonos verdes del mundo, pero como aún es sólo una décima parte del tamaño de China, sigue habiendo un enorme potencial de crecimiento.
El futuro de las energías renovables en la India parece muy prometedor, pero es fundamental garantizar que los proyectos y las actividades del sector no causen daños. Por ello, la visibilidad de la cadena de suministro, los derechos sobre la tierra y la gestión medioambiental deben estar en la mente de los inversores. La propiedad activa y el compromiso continuo con las empresas de energías renovables deberían permitir una gestión adecuada de los riesgos ESG.
La transformación del sistema energético basado en los combustibles fósiles en la India no ha hecho más que empezar y esperamos ver un aumento de la innovación. Ayudar a la India a pasar de donde está ahora a donde quiere estar en 2070 será una gran oportunidad de inversión que irá de la mano de las ambiciones de transición energética del mundo.