La justicia social está basada en la equidad y la dignidad humana, y es imprescindible para que cada persona pueda desarrollar su máximo potencial y para una sociedad en paz. Es decir, no es posible una sociedad en paz, justa y una vida digna sin salarios que nos permitan una vida digna. Y el salario mínimo interprofesional todavía está lejos de permitirla.
Y es que lo que en números y porcentajes de incremento puede parecer una barbaridad. Desde 2018 el sueldo mínimo ha subido desde los 735 a los 965 actuales. ¡Un 31,29% de incremento! Si lo miramos en personas, y lo que las personas pueden hacer con ese salario, esta cantidad sigue estando muy lejos de un salario digno y justo, y no hace más que extender la figura del trabajador pobre, que es una aberración del actual sistema capitalista.
Así que como Almudena nos pedía gestos, el mío va a ser seguir reivindicando salarios justos y dignos, más allá de los mínimos interprofesionales y los convenios colectivos, que la mayoría de las veces no lo son. Y como su nombre indica, son mínimos.
Y sobra recordar en este foro que la responsabilidad social no va de mínimos, sino de máximos, de ir más allá de la ley. Y creo que en cuestión de salarios y convenios colectivos las empresas responsables tienen mucho que hacer y qué decir. En lugar de pelear en contra de una subida de 15 euros al mes para contribuir a generar más trabajadores pobres, hacer lo posible para pagar salarios que le permitan a las personas vivir una vida digna de ser vivida. He dicho.