Las tareas en la empresa no se hacen solas, las hacen las personas. Por ello, tenerlas en cuenta y cuidarlas es un deber no solo moral, sino también empresarial. Sin olvidar que el talento no entiende de sexo, se tiene o no se tiene.
Las empresas adoptan modas para vender más y las encapsulan en palabras tales como RSC, Misión, Visión, Valores, Respeto Medioambiental, etc. ¿Cuántas realmente lo practican? Las empresas tienen un deber que trasciende de la mera venta de sus productos o sus servicios, tienen una responsabilidad para con la sociedad y el medio ambiente con los que interactúan. No olvidemos que son organismos vivos en los que las interconexiones interdepartamentales deberían ser frecuentes y saludables. Una empresa no es sostenible si contiene islas incomunicadas.
“Si queremos cuidar y respetar el ecosistema externo primero deberemos cuidar del interno” Es el primer punto de partida para fomentar la justicia social.