Entiendo que la justicia social es ofrecer igualdad de oportunidades para cada ser humano, partiendo de unos derechos básicos como la educación y tener las necesidades primarias cubiertas. Esa igualdad de oportunidades se puede reflejar en facilitar el acceso al ámbito laboral y en contar con unos ingresos que sean dignos para erradicar la pobreza y mejorar la vida.
Se pueden promover valores cívicos desde la adolescencia en la escuela, con prácticas de servicio a colectivos determinados o en nuestro entorno para desarrollar actitudes y competencias clave como la empatía, el respeto de la diversidad, la solidaridad y la responsabilidad, entre otras.
Por otro lado, movimientos como la economía del bien común o el capitalismo consciente buscan fomentar un mayor nivel de consciencia en el mundo de los negocios y pensar más allá de los beneficios para mejorar la vida de las personas, la sostenibilidad del planeta y generar valor a todos los grupos de interés.