1. Los investigadores Kiers y West han hecho importantes descubrimientos sobre la importancia que tienen colaboración y la innovación, centrándose en nuevas especies animales y vegetales generadas por simbiosis, con lo mejor de dos mundos. Cigarras, gusanos y calamares, entre otros, nos demuestran que “las asociaciones simbióticas son una importante fuente de innovación evolutiva".
Supongo que, como yo, has leído numerosos artículos que nos explican los constantes avances de la ciencia aplicada a nuestro día a día: prótesis inteligentes, gafas de realidad aumentada, metaversos, etc., etc. Tanto las personas como nuestro entorno evolucionan sin cesar, y cada vez más deprisa. Nuestro mundo se perfila y muta una y otra vez, a velocidades impensables hace solo unos pocos años.
En el ámbito de la empresa, es imposible que todas las personas estén formadas y al día en los numerosos avances que la afectan: se necesitan profesionales especializados en diversas disciplinas que puedan aportar los conocimientos que la empresa necesita para sobrevivir en este entorno de permanente cambio.
Y más aún: estos especialistas han de cooperar para conseguir que entre todos la empresa pueda posicionarse en su mercado aportando valor, antes que sus competidores o de forma diferente a sus competidores. Es decir, se impone la cooperación para conseguir la innovación evolutiva que genere nuevas realidades.
2. Fábio Santos do Nascimento ha realizado con su equipo una investigación sobre la función que tiene el olor como identificador entre abejas, avispas y hormigas, y cuáles son sus reacciones en función del grado de familiaridad con el olor que perciben.
La naturaleza nos enseña que pequeñas modificaciones se pueden asimilar con relativa facilidad, y que grandes diferencias se rechazan con violencia. Ello nos sugiere la necesidad de que la empresa tenga en cuenta cómo incorporar mejoras, en qué orden, a qué ritmo, con qué nivel de complejidad, con qué medios… Es decir, cómo se planifica e implanta el cambio permanente para superar la resistencia y favorecer la adecuación a las nuevas realidades.
3. Tráfico de hormigas. Los alemanes Hönicke, Blis y Moritz han demostrado que la forma que tienen de desplazarse las hormigas (como colectividad) pueden ser un excelente ejemplo para nuestro tráfico rodado, entre otras cosas. Además, mientras están trabajando, las hormigas se transmiten constantemente información relevante para obtener los máximos beneficios con el mínimo esfuerzo posible. Consiguen así mejorar los tiempos asignados al proceso, aumentar la productividad, mejorar el diseño y /o los procedimientos, asegurar la consecución del objetivo… y dar seguridad y sentido de pertenencia a las compañeras del hormiguero.
Parece claro, pues, que diseñar en la empresa un sistema de comunicación interna que favorezca el intercambio continuo de información relevante entre los miembros del equipo (independientemente del tamaño del equipo), y que además ese sistema sea lo suficientemente “elástico” como para ir incorporando mejoras aportadas por cualquier miembro del equipo, es uno de los puntales del éxito de la empresa.
Como puedes ver, leer investigaciones científicas que aportan descubrimientos en diferentes campos del saber puede ser una magnífica forma de descubrir cómo favorecer que la empresa avance en estos tiempos turbulentos pudiendo, a la vez, ofrecer productos o servicios beneficiosos para la propia empresa, útiles para sus partícipes y respetuosos con el planeta. Todo está inventado, solo tenemos que mirar alrededor.
¿Quieres enfocar a tu empresa hacia la innovación evolutiva y que a la vez sea biomimética? Parece una buena idea centrarse en gestionar el Ecosistema Interno aplicando esta receta:
*** Si quieres concoer más sobre la Biomimética organizacional puedes obtener información en el libro divulgativo del mismo nombre.