Dicha investigación identifica preguntas que, organizaciones, administraciones y reguladores deben plantearse para lograr una mayor igualdad, tales como: ¿Se pueden eliminar por completo los estereotipos de género? ¿Son los estereotipos de género tan perjudiciales para los hombres como para las mujeres?
Analizados los datos, teniendo en cuenta variables como la edad, la experiencia laboral, los estudios superiores y atendiendo a distintos sectores y tamaño de las empresas, la investigación pone de manifiesto resultados que se explican gracias al proceso psicológico conocido como “teoría del desbordamiento”. Este fenómeno sugiere que los individuos transfieren al lugar de trabajo los sentimientos y creencias hacia las conductas tipificadas por género que se esperan de hombres y mujeres fuera del lugar de trabajo.
Esta teoría explica que, en términos generales, se espera que las mujeres en el trabajo estén orientadas a las personas y, por lo tanto, sean solidarias y colaboradoras, mientras que, de los hombres se espera, que estén orientados al desempeño y a la resolución de problemas. Lo cual sugiere estereotipos de rol asociados al género de las personas.
Otro resultado muestra que los hombres directivos, en general, solo muestran una actitud positiva hacia sus colegas femeninas, cuando éstas desempeñan roles directivos estereotipados como masculinos.
En relación con este resultados, la investigación destaca la importancia de la teoría de la congruencia para explicar esta tercera conclusión. Esta teoría implica que los hombres que perciben a las mujeres como congruentes social y profesionalmente en la ejecución de roles directivos de naturaleza asociada al arquetipo masculino, se alejan de los sesgos tradicionales atribuidos al género en el desempeño de la función directiva.
Por ello, estos hombres desarrollan actitudes positivas hacia las mujeres en el trabajo, independientemente del puesto que éstas ocupen o de las tareas que desempeñen. Mientras que los hombres que valoran a las mujeres que desempeñan tareas directivas propias de las asociadas al arquetipo femenino, no desarrollan necesariamente una actitud positiva hacia ellas. Se trata de hombres con sesgos de género en la sociedad, que los trasladan al ámbito directivo. Observamos que se trata de hombres que independientemente del rol desempeñado por la mujer directiva no la valoran.
En definitiva, los resultados de esta investigación confirman que los estereotipos de género siguen actuando como barreras al desarrollo de la carrera directiva femenina. Este sesgo, dado que no es general en todos los hombres, sugiere que los hombres pueden ser excelentes actores de cambio.
Por ello, resulta fundamental en este ámbito introducir cambios orientados a la congruencia en estereotipos masculinos acabando con los estereotipos de rol. Nuestra investigación sugiere imprentar el cambio apoyándose en los hombres: introduciendo nuevas políticas en el enfoque sobre los modelos de liderazgo o identificando hombres líderes dispuestos actuar de rol models en este cambio.
La Fundación Woman Forward que tiene por misión crear una sociedad mas equitativa e igualitaria, unas empresas mas completivas y un pasa mas sostenible, ayuda a las empresas a diseñar y poner en marcha programas de Mentoring, y Liderazgo, como el de “Mujeres con S” del Grupo Santander o programas como “Acercando le talento”, para promover en las niñas el gusto por las carreras STEM; todos ellos apoyados en la investigación, de conformidad con las lagunas que la misma señala.
