PARA, CON y DESDE son algo más que proposiciones. Representan cambio, evolución y transformación en aquellas personas y entidades que transitan entre ellas. Todo ello visto desde el medio rural que padece por un lado el abandono de las personas y por otro la ocupación del capital.Hace ya mucho tiempo que andamos transitando por este pasillo hacia el DESDE. Todo se origina en el PARA que llena tantas bocas y justifica a tantas personas salvadoras de otras. La bondad se mezcla con el ego para aportar soluciones a terceros estableciendo relaciones desiguales donde una da y la otra recibe. Es el mundo del PARA.
Han sido muchos los años y los esfuerzos de mucha gente buscando llegar al CON. Aún hoy uno se encuentra con personas, jóvenes incluso, que siguen construyendo desde esa visión egocéntrica del que da al que recibe. Es como si alguien te dijera que no encontraba obstáculos diferenciales en el medio rural porque su actividad podía desarrollarla de igual manera en una ciudad o en el medio rural. Esta sería una visión egocéntrica y miope que interpreta la realidad desde la visión particular de una mirada interesada y sesgada. Esta forma de hacer encajaría muy bien con el trabajar PARA. Se construyen soluciones PARA el medio rural sin contar con las personas del medio, sus capacidades, riquezas y realidades. Llevan sus claves de desarrollo como si nos hubieran de ser útiles a todas y esperan el agradecimiento y reconocimiento de su labor. Mientras el receptor es un sujeto pasivo y agradecido, está en otro mundo.
Frente al monopolio del PARA, durante tanto tiempo, hay una marcha de muchas personas hacia el CON. La persona salvadora se debilita como tal mientras se fortalece como compañera y socia en el propósito. Compartimos el objetivo y la acción reconociendo como actores principales a todas la partes intervinientes. Los mundos del emisor y el receptor se juntan difuminando los papeles que fueron tan desiguales. Costó mucho escuchar este relato en las bocas de entidades sociales y de los estados del llamado primer mundo. Lo celebramos especialmente cuando reconocemos la existencia de tantas entidades y personas que aun no han llegado al CON.
El siguiente paso lo aprendí de mi amigo Carlos Cruz, un pandillero mexicano maestro de la resiliencia y embajador de la paz. Llegar al DESDE.
Esto requiere reconocerse como una herramienta al servicio de los demás. Ya no eres el salvador, sigues siendo parte pero no la principal. Servir es un ejercicio noble que requiere de humildad, conocimiento y claridad en el propósito. Cuando se sirve es cuando trabajamos DESDE, somos parte del pensamiento y de la acción con las personas directamente implicadas y aprendemos de estas para que nuestro servir sea eficaz y eficiente.
Trabajar DESDE exige que el resultado de nuestro esfuerzo se quede en el origen, en el territorio. Si cuando nos vamos no queda nada, como mucho hemos vivido en el PARA.
El medio rural ya ha recibido muchas lecciones de los que trabajan en el PARA, lecciones que no han alcanzado transformación alguna. A lo más han mitigado alguna consecuencia, lo que puede cronificar su condición de salvadora.
Últimamente podemos reconocer proyectos realizados CON. Proyectos más exigentes y compartidos que encuentran problemas de encaje en el sistema, problemas que comparten en su resolución. El resultado es compartido. Tenemos un aportación externa que con el esfuerzo compartido aporta resultados para el beneficio del medio rural.
Sin embargo, lo verdaderamente transformador no lo aporta el salvador sino el propio territorio. Las riquezas, conocimientos y personas del medio rural son la fuerza y capacidad de solución, nosotras tenemos conocimientos libres, capacidades y herramientas que les pueden ser de gran utilidad y en ello encontramos nuestro verdadero espacio en una relación sana y justa con el territorio. Mi compañera de trabajo en el pueblo lo tiene claro, lo reconoce como evidencia y busca se les reconozca en esa realidad.
En un modelo de autogestión son las personas del grupo las que aportan las soluciones al propio grupo. No necesitan de un actor externo que dirija o exija un proceso determinado. Necesitan del apoyo de aquellas personas que podemos aportar otras herramientas para, actuando conjuntamente, conseguir la transformación del territorio.
Bienvenidas seamos todas las personas a DESDE.
DESDE la vida trabajar con fuerza y convicción compartiendo un propósito que lejos de perpetuar una situación afecte a la causa y elimine la consecuencia.
Nittúa
Raúl Contreras