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A propósito de un documento de la FAO  que me ha llegado vía José Esquinas, y que recomiendo vivamente, incido en la necesidad de cambiar nuestros modelos de gestión de empresa para favorecer la consecución - entre otros -  del ODS2, Hambre 0.

En este sentido puede resultar muy útil la Biomimética Organizacional. Es el modelo de gestión de empresa que asegura resultados planteándose un enfoque sistémico,  una cosmovisión que coloca a la organización y a las personas relacionadas con ella como una parte integrante de la naturaleza y  un sistema de I+D+i basado en el aprendizaje continuo de la naturaleza.

Uno de sus principios es que la naturaleza utiliza los materiales con moderación: construye normalmente a partir de los elementos más comunes y disponibles, como carbono, nitrógeno, hidrógeno y oxígeno. Son elementos que utiliza para la construcción del propio organismo de un ser vivo (un ala, un cuerno…) o para la construcción de nidos y guaridas. En el caso de que se utilicen elementos raros, siempre están disponibles en el radio de acción del ser vivo, no se desplaza a distancias para obtenerlo.

Por ejemplo, los cangrejos ermitaños utilizan para protegerse las conchas vacías que encuentran en su entorno; en cambio, si nosotros hemos alterado el entorno, podemos encontrar casos como las cigüeñas, que incorporan a sus nidos plásticos y otros desechos que encuentran a mano.Utilizar lo que se tiene a mano es un principio que se puede aplicar perfectamente al mundo de la alimentación, habida cuenta de que la ciudadanía está cada vez más concienciada sobre la necesidad de frenar tanto dislate en este sector. Ferran García pone de relieve que padecemos un modelo de producción alimentaria intensivo e industrializado que es petrodependiente y un colador energético; y al mismo tiempo la FAO trabaja con la sociedad civil que apuesta por redirigir la mayor parte posible de los  millones de dólares anuales de subsidios a los productores, para que en lugar de que acaben en el sector de la agricultura industrial se destinen a la producción sustentable de alimentos.

Estas reflexiones enlazan con el temor de que, en los próximos años, ante el cambio climático, la degradación ambiental y las pandemias que destrozan los sistemas alimentarios, las soluciones "de siempre" acaben favoreciendo a megacorporaciones biodigitales, plataformas de datos y empresas de capital privado que aprovechando la proliferación de acuerdos de adquisiciones empresariales, se conviertan en los gigantes agroalimentarios del mañana.

Así, la FAO promueve acelerar la transición hacia las cadenas de suministro territoriales y el consumo ético, porque para  2045, los consumidores – armados con sofisticadas herramientas de análisis de datos públicos y aplicaciones de verificación de datos, contabilidad de costos reales y transparencia – serán capaces de distinguir rápidamente entre las corporaciones que operan “como de costumbre”, haciendo los negocios “de siempre” ( “A-corps”), las empresas que asumen un compromiso permanente con la responsabilidad corporativa (“B-corps”) y los emprendimientos cooperativos sustentables (“C-corps”). En este contexto la Biomímesis Organizacional puede llegar a ser una herramienta estimable.

Aquí en España tenemos otros problemas añadidos como el desplome del turismo, que representaba hasta 2019 el 12,5% del PIB y al cierre del 2020 el peso del sector en la economía española ha caído al 4,3%.

Quizás podríamos, pues, trabajar el binomio alimentación - turismo favoreciendo un enfoque que ayude a ambos:  facilitar que los turistas visiten los mercados de abastos dentro del llamado  "turismo gastronómico".  Fusté considera explotar el  atractivo de los mercados a partir del estudio de la proximidad de los productos que se ofrecen en ellos, puesto que partir del estudio de los distintos tipos de alimentos se puede determinar el potencial que ofrecen los mercados de abastos como espacios para la práctica del turismo gastronómico.

Utilizar los materiales con moderación: solo los necesarios y los que se tienen cerca. La naturaleza es sabia, podemos aprender de ella aplicando sus principios a la  gestión de empresas, tanto de alimentación como de turismo. ¿Por qué no buscar alianzas do ut des entre ambos sectores?  Un pequeño paso que sin duda podría beneficiar a todos los partícipes.

 

Referencias:

FAO: IPES-Food y ETC Group, 2021. Un movimiento de largo plazo por la alimentación: transformar los sistemas alimentarios para 2045.

Fusté Forné et  al. (2020): La Proximidad de los Productos Alimentarios: Turismo Gastronómico y Mercados de Abastos en la Costa Daurada (Cataluña, España). Revista de geografía Norte Grande, (76), 213-231).

Garcia, F. (2008). El bistec viajero: la contribución de los circuitos de proximidad alimentarios al decrecimiento. Ecología política, (35), 76-78.)

Olaizola et al (2020): Biomimetic Organisations: A Management Model that Learns from Nature. Sustainability 2020, 12(6), 2329; https://doi.org/10.3390/su12062329

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