Publicado el
En las últimas dos décadas hemos vivido dos fenómenos disruptivos y positivos para la sociedad: el crecimiento de la población mundial y la digitalización. Como todos los fenómenos generan algunas externalidades negativas que en este caso son el cambio climático y una peor distribución de la nueva riqueza generada por las nuevas tecnologías. En este contexto, la situación pandémica actual es una muestra más de estos nuevos fenómenos que vivimos y de los cuales nos advierten año tras año los análisis de tendencias que realizan las grandes corporaciones o el Foro de Davos bajo la clasificación de riesgos poco probables, pero de alto impacto.También han tenido un efecto político que ha sido el crecimiento de los populismos.

Este tipo de riesgos exigen una respuesta a la que hoy en día denominamos resiliencia.

En el ámbito empresarial surgió el concepto de la Responsabilidad Social Empresarial o Corporativa (RSE o RSC) como respuesta a estos fenómenos. Asimismo, en el ámbito multilateral se desarrollaron los Objetivos del Milenio y posteriormente la Agenda 2030 que desde su concepción original por Kofi Annan pretendía involucrar a las empresas en la agenda pública junto a gobiernos y el tercer sector. Es decir, involucrar a todos los agentes de forma colaborativa en la resolución de los desafíos que tenemos como sociedad.

Por el contrario, el ámbito político español no ha abordado de forma seria este fenómeno de la RSC que podemos unir e incluso equiparar -con matices- a lo que denominamos sostenibilidad y resiliencia. Hasta ahora se ha concretado fundamentalmente en recomendaciones realizadas por políticos – que en muchas ocasiones nunca han trabajado en el sector privado- a emprendedores y directivos. También en un sinfín de comités, consejos e incluso estrategias que han sido más marketing y greenwashing que un abordaje estratégico para la transformación.

El planteamiento que proponemos en Ciudadanos es que la responsabilidad social, la sostenibilidad y la resiliencia deben contemplarse desde la política bajo tres dimensiones irrenunciables:

  • La RSC es un elemento de competitividad de las empresas. Los inversores, los proveedores, los consumidores, los trabajadores … prefieren tener relación con empresas que sí son responsables. Por tanto, las empresas líderes de las próximas décadas son las que interpreten mejor esta preferencia de mercado.
  • La RSC es un elemento basado en la voluntariedad. El camino emprendido por el actual gobierno de la nación obligando a las empresas con un batería interminable de registros e informes conduce a estrategias de reacción para cumplir, frente al objetivo de motivar a estrategias de transformación para la mejora continua en la creación de valor económico, social y ambiental.
  • La RSC es un elemento transversal y las Administraciones Públicas deben asumirlo como ya lo hicieron muchas corporaciones. Por ello los gobiernos deben incorporar los criterios ESG (Ambientales, Sociales y de Buen Gobierno) en su toma de decisiones y, sobre todo, tener una actitud positiva hacia las empresas que sí los asumen, por ejemplo, aplicando cláusulas sociales, ambientales e innovadoras en la contratación pública.

Nuestro grupo parlamentario asume estos principios y los está trasladado a la agenda política. Un buen ejemplo ha sido la incorporación de medidas específicas relacionadas con la aplicación de los criterios ESG, la economía circular, la apertura de dominios a la innovación, las finanzas responsables o la innovación social en el dictamen de recuperación e impulso de la actividad económica y social de la Comunidad de Madrid, el cual ha sido consensuado y aprobado por cinco de los seis grupos políticos representados en la Asamblea.

En síntesis, creemos que las empresas son un agente de transformación imprescindible para la resolución de los desafíos actuales. Por tanto, debemos facilitar este rol incluyendo en la agenda política la responsabilidad corporativa bajo los principios de competitividad, voluntariedad y transversalidad.

 

Artículo escrito por Enrique Martínez Cantero y Tomás Marcos, diputados de la Asamblea de Madrid por Ciudadanos-

En este artículo se habla de:
Opinión

¡Comparte este contenido en redes!

Este sitio utiliza cookies de terceros para medir y mejorar su experiencia.
Tu decides si las aceptas o rechazas:
Más información sobre Cookies