Últimamente estamos asistiendo a una importante movilización social, viendo cómo diferentes personas y colectivos se implican en la lucha contra el cambio climático y la defensa de un crecimiento sostenible. Movimientos o iniciativas como #FridaysForFuture, encabezados por jóvenes, dan buena cuenta de que la concienciación ante el choque de realidad que se nos presenta debe empujarnos a actuar ya. También por esta razón los ODS van más allá, buscando despertar conciencias y lograr resultados tangibles, promoviendo la innovación y el consumo sostenible para intentar frenar la marcha de una situación global ante la que no podemos quedarnos de brazos cruzados.
En este sentido, el Día Mundial del Medio Ambiente que se viene celebrando tal día como hoy desde 1974, tiene este año como tema central la necesidad de reducir las emisiones de CO2 a nivel global, para tratar de conseguir un compromiso real y duradero antes de que sea demasiado tarde. Todavía estamos a tiempo.
Porque no todo está perdido. Los problemas nos han obligado a abrir los ojos y nos han empujado a afrontar los nuevos retos que se nos plantean como una oportunidad de hacer las cosas bien. Necesitamos entregarles a nuestros hijos el planeta que merecen, o incluso uno mejor que el que nos entregaron a nosotros. Debemos encaminar nuestro crecimiento hacia un modelo que permita un desarrollo sostenible y respetuoso con el medio. La actividad de las empresas tiene una gran relevancia, y es por eso por lo que tenemos una importante responsabilidad.
Una responsabilidad que es, a la vez, oportunidad. Una oportunidad para marcar la diferencia, para contribuir de manera significativa a ese desarrollo sostenible y demostrar que el compromiso con unos valores y la preservación del medio es compatible con el crecimiento empresarial.
Como muestra del compromiso con esta filosofía, en Calidad Pascual hemos presentado el marco ‘Pascual Aporta’, donde ordenamos las acciones que llevamos a cabo desde hace tiempo en 3 territorios en los que queremos aportar valor a la sociedad: Medioambiente, Desarrollo y Bienestar. Se trata de esforzarnos, como compañía, en ser cada vez más responsables, abogando por mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas allí donde estamos presentes, respetando y contribuyendo a la mejora del medio en el que desarrollamos nuestra actividad.
Por eso, en Medioambiente, hemos puesto el foco en dos ejes prioritarios: minimizar el impacto medioambiental de la compañía mediante la sostenibilidad de las operaciones y reforzar la implantación de una economía circular. De este modo se aumenta la eficiencia de todos los procesos al mismo tiempo que se minimiza su impacto, aprovechando cualquier residuo generado para que pueda ser utilizado de nuevo y alcanzar así el objetivo del residuo cero a vertedero.
Para potenciar la economía circular se trabaja en la reducción de los materiales empleados en la elaboración de envases, la incorporación de nuevos materiales más sostenibles y la reutilización de todos los materiales que sea posible, junto a diversas iniciativas destinadas a acabar con el desperdicio alimentario tanto en el ciclo de producción como en la sociedad en general.
Además, como una de las empresas adheridas al Decálogo de Sostenibilidad Integral, siempre hemos estado comprometidos con la eficiencia productiva y el uso sostenible de los recursos. Contribuimos ya en 10 de los 17 ODS, abogando por unas operaciones sostenibles y defendiendo los beneficios de esta economía circular, tratando de devolverle al planeta aquellos recursos que utilizamos en nuestra actividad. Porque pensamos que la gestión responsable del negocio es perfectamente compatible con los buenos resultados. No sólo eso, sino que es necesaria para alcanzarlos. Debemos hacernos a la idea de que compromiso y responsabilidad han de estar integrados como parte fundamental de la compañía, ya no sólo por una cuestión moral, sino como algo necesario para el buen funcionamiento del negocio e innegociable para cualquier organización.
Porque la obtención de beneficios para nada es incompatible con la ética y el buen hacer. Es más, los consumidores y la sociedad en general demanda cada vez con mayor ímpetu una actitud de responsabilidad por parte de todos los agentes, premiando a aquellos que implementan estrategias de crecimiento sostenible. Por ello, hay que ir más allá de las buenas palabras y demostrar que verdaderamente se está actuando.
Queremos seguir creciendo de forma sostenible y rentable, porque realmente es posible. Trabajamos día a día para demostrarlo y concienciar a la sociedad de que es clave en nuestro futuro. Todos debemos arrimar el hombro antes de que el planeta diga basta. Por eso fuimos pioneros en la firma del acuerdo con EDPR para la compra de energía eólica, gracias a lo cual hemos reducido el consumo eléctrico un 34% en el período 2010-2018.
Los resultados están ahí. Valga también como ejemplo la inscripción de nuestra huella de carbono en el registro de la Oficina España de Cambio Climático del Ministerio, que supuso además convertirnos en la primera empresa del sector lácteo en inscribirla. Esto nos ha ayudado a controlar las emisiones, permitiéndonos conocer los aspectos donde podíamos mejorar. Como resultado, hemos conseguido evitar la emisión a la atmósfera de 980 toneladas de CO2 de forma directa y 1.085 toneladas de forma indirecta, en gran parte gracias a nuestro esfuerzo por desplegar la mayor flota sostenible de Europa.
Debemos, por tanto, ser conscientes de la necesidad de actuar, porque proteger el planeta es algo que nos atañe a todos. Desde las empresas tenemos que convertirnos en un ejemplo de gestión responsable y demostrar que no sólo es posible crecer de manera sostenible, sino que cuidar el entorno es la única opción que verdaderamente garantiza la viabilidad del negocio. Ahora más que nunca, la palabra compromiso ha de estar presente en las organizaciones. Siendo responsables, podremos crecer y contribuir al mismo tiempo a construir un mundo mejor, aportando valor a la sociedad y mejorando la calidad de vida de las personas.