Las empresas grandes ya lo vieron hace tiempo y se prepararon para ello. Ikea, Heineken, Samsung, Unilever, Coca Cola... todas llevan a cabo proyectos innovadores cuyo objetivo es mejorar la sostenibilidad de sus productos, la calidad de vida de sus trabajadores, los beneficios de sus proveedores. Creando nuevos procesos y productos, no solo cumplen con su responsabilidad para con la sociedad, sino que, además, han hecho de ésta, una oportunidad de negocio.
Sin embargo, las Pymes, es decir, más del 90% del tejido empresarial español, sigue mirando de reojo a la RSC con desconfianza, convencidas de que es un lastre para la rentabilidad de la empresa. ¿Por qué?
Estoy convencida de que la mayoría de los pequeños y medianos empresarios, si pudieran mejorar las condiciones de sus trabajadores lo harían. Si pudieran desarrollar productos más sostenibles lo harían. Y si pudieran aumentar la eficiencia en sus procesos productivos, ahorrando energía, modernizando sus sistemas o mejorando las relaciones con sus proveedores, también lo harían. El problema es que la RSC va íntimamente unida a la innovación. Al cambio. Y frente a este cambio, el empresario, en muchas ocasiones, está solo.
Si las grandes han podido implantar la RSC, es porque han tenido la estructura, y la capacidad, tanto económica, como de investigación y desarrollo, para hacerlo. Medios de los que la mayoría de las Pymes, carecen.
Si como sociedad, exigimos cada vez más a las empresas, es nuestro deber apoyar a los empresarios de manera que puedan cumplir con nuestras expectativas sin perder competitividad y beneficios. Para ello necesitan, además de recursos, el conocimiento y las herramientas necesarias para afrontar el desafío de la innovación y el cambio.
La RSC no es sino buscar la manera de hacer las cosas mejor para todos, incluida la propia empresa. Y no sería justo que el empresario asuma en solitario esa responsabilidad. Apoyándole, fomentando la innovación y buscando soluciones a las nuevas demandas del consumidor, poco a poco, las políticas de RSC se contemplarán como un valioso aliado para crecer mejor y de manera más sostenible y respetuosa con las personas y con el entorno.