Las ciudades apenas ocupan un 3% del espacio habitable y, sin embargo, son omnipresentes. En 2050, se estima que albergarán al 80% de la población mundial. Más allá del reto que supone gestionar las ciudades del futuro, al otro lado de sus calles asfaltadas queda un reto aún mayor: frenar la despoblación del mundo rural para promover su potencial económico y mitigar el impacto socioambiental de este éxodo.
Y es que la vida en las ciudades está y estará siempre íntimamente ligada a ese otro mundo. El abandono rural no afecta solo a las personas que se quedan aisladas en este entorno, nos afecta a todos. La producción agraria y muy especialmente la producción que sigue criterios de sostenibilidad depende del mundo rural. El campo es también el encargado de gestionar los recursos forestales mejorando la biodiversidad, el control de incendios o el cuidado de las fuentes hídricas para reducir la vulnerabilidad en el acceso al agua potable. Incluso las fuentes de energía renovables dependen en gran medida de estos recursos naturales.
El mundo rural se convierte, por tanto, en un gran aliado para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la agenda que nos hemos dado como comunidad internacional para solucionar los grandes retos del futuro y dar respuesta a las demandas de una sociedad cada vez más exigente.
Desde Coca-Cola sabemos que retos como la despoblación rural necesitan del empuje de todos: ciudadanos, administraciones públicas y también empresas. Hace años que trabajamos junto a nuestros grupos de interés en distintos proyectos que buscan generar oportunidades de desarrollo económico, social y cultural en las zonas rurales para contribuir a fijar población y frenar la despoblación.
Quizás el mayor valor de nuestra marca sea precisamente la capacidad de dar visibilidad a esta realidad desde una perspectiva humana, hablando de lo que nos une y de nuestra esencia como sociedad. Un claro ejemplo de este esfuerzo fue la campaña de publicidad “Huérfanos de Pueblo” de Aquarius. Esta campaña, además de poner en valor la vida en el campo, logró fomentar el turismo rural a pueblos españoles de menos de 2.500 habitantes. Más recientemente, una campaña en los bares como alma de los pueblos ha destacado la importancia de los bares para mantener la vida en los pueblos de la Serranía Celtibérica, una de las zonas más despobladas de Europa.
En Coca-Cola, queremos ir más allá y desarrollamos proyectos que contribuyen a generar oportunidades para las personas que viven en el entorno rural y a convertir este sector en un motor para el desarrollo sostenible. Un buen ejemplo es el proyecto “Plantando Agua”, desarrollado junto a ECODES. Esta iniciativa persigue la recuperación hidrográfica de las Cuencas Mineras de Teruel, que en 2009 sufrieron un gran incendio forestal. Tras un proceso participativo con las comunidades locales, se diseñó un completo programa que incluía la recuperación del bosque con criterios de sostenibilidad y adaptación al cambio climático y el fomento de una actividad productiva sostenible a través del turismo rural, la gestión forestal o la ganadería.
La dimensión rural está en muchos de nuestros proyectos. Cuando nos planteamos desarrollar un programa para empoderar a las mujeres en el marco de 5by20, el compromiso internacional de empoderar a 5 millones de mujeres antes de 2020, una de nuestras prioridades fue llegar también a la mujer rural. En 2016, nació GIRA Mujeres, un programa de formación que ha ayudado a 9.200 mujeres a mejorar su empleabilidad o emprender un negocio. Este proyecto ha tenido un gran impacto en el mundo rural: ha llegado a más de 5.200 mujeres de pueblos de menos de 25.000 habitantes. De hecho, 5 de los 10 proyectos finalistas fueron propuestos por mujeres del entorno rural.
No existen recetas mágicas para recuperar la población rural. Sin embargo, creemos que la clave es generar oportunidades que permitan a las personas convertirse en agentes de cambio y desarrollo económico. Hoy son muchas las iniciativas que ponen su foco en el desarrollo del mundo rural, como se ha demostrado durante Presura, la feria Nacional para la repoblación de la España vacía, en la que Coca-Cola pudo participar. Estamos convencidos de que vivimos un momento de inflexión que nos permitirá construir un futuro donde el mundo rural y el urbano encuentren un mayor equilibrio. Unidos podemos hacer frente a este gran reto.