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Mi colega del IESE Pascual Berrone ha escrito un libro titulado “Mentiras verdes: Cómo el greenwashing puede destruir una empresa (y cómo hacerla verde sin fingirlo)” (la traducción del título es mía y no sé cómo traducir el término en inglés: quizás podría ser “fingir una sostenibilidad que se pretende, aunque no se tiene o no existe”, pero probablemente es demasiado largo). Resumo aquí seis pasos que Berrone aconseja para hacer sostenible una empresa

1. Defina lo que la sostenibilidad significa para usted. ¡Me encanta el consejo!, porque lo más frecuente es preguntarse ¿qué significa la sostenibilidad para la opinión pública, para mis stakeholders, para mis clientes, para las onegés…? Y, claro, lo que resulta es una sostenibilidad que no es la que me gusta, la que yo creo que debería conseguir, la que encaja con mi estructura, cultura, misión y valores… No se trata, claro de “inventarme” la sostenibilidad que me saldría más barata, porque, al final, tendré que “venderla” a los demás, de modo que la debo justificar. Por ejemplo, para una empresa química, la contaminación de las aguas puede ser un tema central, pero para una agencia de viajes esto no figurará en sus prioridades.

2. Asegure el compromiso de toda la organización, empezando, claro, por el consejo de administración y el director general. Pero no olvide que, al final, son sus empleados, sus directivos y sus proveedores los que la harán sostenible o no.

3. Fije objetivos y monitorice los resultados. Claro, porque hay que saber qué conseguimos y cuánto nos cuesta, en términos de otros objetivos, como la rentabilidad pura y dura.

4. Alinee la estructura de su gobierno corporativo. Porque ahora todos debemos conseguir esos objetivos, lo cual implica que la sostenibilidad aparecerá en la estructura de gobierno y dirección, en la remuneración, en los planes de inversiones, en los riesgos… ¡ah!, y en los incentivos., porque si pides a fábrica un aumento de la eficiencia del 5% anual y no les dices nada más, lo que ellos leerán es que hay que aumentar la producción un 5%, aunque sea a costa de residuos, desperdicio de recursos, deterioro del medio ambiente, etc.

5. Hable con los clientes y los grupos de interés. Comunique lo que quiere hacer, pero escúcheles también, porque ellos son los que sufren las consecuencias. Y tiene que ganárselos, para que colaboren. Por tanto, hable con ellos, o sea, dígales y escúcheles.

6. Aúne fuerzas con onegés, políticos y empresas de su sector. Porque la sostenibilidad es, a menudo, un tema de acción colectiva, en el que muchos deben colaborar

 

 

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