Da igual que seas un dirigente de una gran corporación que un mando intermedio. Como si tu actividad se limita a una función administrativa sin personal alguno a tu cargo. Líderes somos, o deberíamos serlo, todos. Cada uno en su función, en su área de influencia. No solo en el trabajo o en la empresa, también debemos actuar como líderes responsables en el entorno familiar o personal que nos corresponda.
Y la forma de hacerlo es proyectando nuestra proposición de valores a través de nuestros comportamientos en nuestro entorno de influencia.
¿Te has parado a pensar si tus comportamientos han evolucionado durante el año?
Seguramente ya tienes cerrados tus números y los resultados de tu actividad profesional, quizás ya has sido evaluado por tu inmediato superior y probablemente los objetivos para el primer trimestre, incluso para el nuevo año, ya te han sido fijados. ¿Y no vas a analizar tu balance personal respecto a tus comportamientos en relación con tus valores? ¿Por qué no resumes tu liderazgo al cierre del año y defines el progreso que juzgues conveniente para el año que empieza?
Me doy cuenta que estoy entrando en temas internos que se deben gestionar personalmente. Por ello, te invito a que autoevalúes tus comportamientos y tu liderazgo en 2 pasos:
1.- Rellena el CANVAS del LIDERAZGO según se explica en este link.
2.- Atrévete a puntuar tus comportamientos en el GRÁFICO del LÍDER según se explica en este link.
Si te animas y sigues mi sugerencia comprobarás que merece la pena realizar este sencillo ejercicio cada trimestre, para evolucionar hacia un liderazgo responsable y auténtico en mejora continua.
Como dice un anuncio de éxito este año, permíteme que insista: si este análisis trimestral lo realizas habitualmente en tu trabajo, ¿por qué no vas a hacer este sencillo ejercicio en provecho propio y para bien de tu entorno?
¡Con mis mejores deseos para el AÑO NUEVO!
