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Pedro Rodríguez propone a todos los lectores de Diario Responsable desarrollar una declaración de Derechos Universales sobre la RSE que sirva de base para poner orden y concierto a la actividad empresarial

La RSE ha tomado el camino adecuado para darse a conocer e interferir en las organizaciones empresariales de forma positiva, mejorando las relaciones internas y proponiendo actuaciones de gran calado para la sociedad en su conjunto.

Ha llegado el momento de reconocer los esfuerzos realizados y dotar a sus organizaciones de los mecanismos adecuados, así como de establecer unas normas de obligado cumplimiento, por encima de las propias organizaciones, dándoles carácter universal. Ya existen grupos de trabajo dentro del Pacto Mundial de las Naciones Unidas, relacionados con la OIT y otros organismos como la CEOE. Existen códigos éticos empresariales llamados códigos empresariales, normas para el buen gobierno, recomendaciones, pero nada concreto relacionado específicamente con la RSE.

La sociedad históricamente ha sido capaz de adoptar mecanismos de defensa, de forma más o menos eficaz, para resolver los problemas existentes y progresar. Para que fuera posible, se ha apoyado en las organizaciones políticas, sociales y económicas de cada momento. Pues bien, ahora disponemos de más organizaciones, más tecnología, más medios y, sin embargo, a duras penas encontramos nuestro sitio en un mundo cada día más inestable por la diversidad de criterios existentes, motivados, entre otros, por los intereses económicos y de poder.

El 10 de diciembre de 1948, en la sesión extraordinaria de la Asamblea General 217 A de la ONU, se establecieron los Derechos Humanos con un formato que incluye un Preámbulo y, a continuación, unos artículos enumerados. En el Preámbulo se establecen unos considerandos como los que se exponen:

-Considerando que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana.

- Considerando que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad…etc.

-Considerando...etc.  

La Asamblea General proclama la presente Declaración Universal de los Derechos Humanos como ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse... etc.

Le siguen 30 artículos que no tengo intención de transcribir ya que no es el objeto de este escrito aunque deberíamos tenerlo siempre a mano como referencia en este asunto y para cualquier actuación en nuestras vidas.

Siguiendo este esquema, con las limitaciones técnicas, personales, económicas y jurídicas que dispongo, propongo invitaros a un trabajo en común para desarrollar una declaración de Derechos Universales sobre la RSE que sirva de base para poner orden y concierto a la actividad empresarial.

Esto no acabaría con los desórdenes o los intereses particulares, como tampoco ha servido la Declaración de los Derechos Humanos para terminar con las guerras o la injusticia, pero sería una referencia de importancia capital.

Este objetivo se enclavaría en “una acción ardua y difícil, pero muy valerosa”, palabras que responden a la definición que la Real Academia de la Lengua Española (RAE) hace de empresa, en un sentido general.

La RAE, cuando se refiere a una empresa estrictamente en el ámbito  económico, que es lo que nos ocupa, la define de la siguiente manera:

“Unidad económica en la cual se combinan los factores de la producción (trabajo, tierra y capital) con vistas a obtener bienes y servicios que satisfagan unas necesidades”. La empresa capitalista, que es la que estamos promoviendo y apoyando, produce para satisfacer la demanda del mercado y busca el beneficio máximo.

La definición no sólo es correcta sino que se ajusta a la realidad de nuestra sociedad, prestando especial atención a la última expresión “beneficio máximo”.  

No es mi intención hacer un tratado sobre economía empresarial, pero sí dar una pincelada sobre lo que a mi entender es la base de la empresa capitalista moderna, que para ser claro y escueto se sustenta en cuatro pilares para conseguir el ansiado beneficio:

1.- Plan estratégico correcto (I+D+i).

2.- Gestión integral de la organización, con una dirección capaz y bien definida.

3.- Recursos Humanos (RRHH), donde se haga gestión del talento, formación y eficaz utilización de las carreras profesionales.

4.- Responsabilidad Social Empresarial (RSE), como plataforma de integración, comunicación y control.

Este último apartado debería ser de importancia máxima en nuestras organizaciones, ya que la función así pretendida de integración y control sería la herramienta adecuada para desarrollar las actuaciones necesarias para preservar el medio ambiente, tener justicia social, alcanzar progreso y ver con ilusión el futuro de las siguientes generaciones.

Si compartimos esta idea en términos generales, propongo que todos los interesados a nivel personal o institucional creemos un grupo de trabajo organizado por el Diario Responsable, sin ningún condicionamiento previo, para aportar las ideas y los medios necesarios para conseguir el objetivo.

Esta forma de trabajo no es la habitual, pues casi siempre, los que aportan alguna idea desean liderar e imponer su método y esto iría directamente en contra de lo expuesto. Proponemos un estudio abierto, pero muy serio y profesional, para conseguir una normativa que llegue a ser de obligado cumplimiento y de carácter Universal.

Muchas gracias a todos por adelantado, os animo a considerar vuestra aportación desinteresada en beneficio de esta gran empresa, sin duda será una tarea ardua y difícil pero muy valerosa.

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OpiniónEmpresas

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