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“Para muchas empresas, el real desafío de la responsabilidad social empresaria (RSE) no es asumirla, sino cómo”, leemos en el artículo Responsabilidad Social Empresaria : todos ganan de Bernardo Kliksberg


Podemos parafrasear diciendo:
• Para muchos profesionales, el real desafío de la responsabilidad social profesional (RSP) no es asumirla, sino cómo.


• Para muchos profesores, el real desafío de la responsabilidad social docente (RSD) no es asumirla, sino cómo.


• Para muchos estudiantes, el real desafío de la responsabilidad social académica (RSA) no es asumirla, sino cómo.

Se propone que la Facultad sea un camino a transitar que facilite, a todos, adquirir el entrenamiento necesario para pasar  de "asumir la responsabilidad social"  a saber cómo hacerlo.


Una encuesta voluntaria realizada a más de 400 alumnos del  primer año de  las Carreras de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires mostró  que  prácticamente el 100 %  de los que la  respondieron (50%),  consideraban que los modelos de información cuantitativos que use la Empresa para la Toma de Decisiones, deberían incluir en forma expresa consideraciones éticas / de responsabilidad social. 

En esas mismas  respuestas, el 90 %  coincidió en  que sin embargo, si ellos fuesen quienes los preparasen, no sabrían  precisamente como tratar ese tipo de información en términos numéricos.

A partir de la buena semilla que recibimos, ¿Es posible enseñarlo? ¿A quienes le toca hacerlo?
Creemos que a todos,  incluyendo las materias del área matemática.  Así lo proponen los planes de estudio al incorporar a la ética, entre otros, como un eje transversal.


 

¿Qué hicimos? En principio, profundizar en la relación entre Ética y Matemática aplicada.

  • ¿Cómo? Ejemplificando los temas de materias tales como Álgebra y Métodos Cuantitativos con casos sencillos referidos a situaciones de empresa y de la vida cotidiana.
  • ¿Qué buscamos? Que las consideraciones éticas y de responsabilidad social estén presentes en todo análisis que se realice, en todo caso que se explique, en todo tema que se enseñe, sin nombrarlas separadamente sino integrándolas en forma natural y espontánea, tal como queremos se incorporen a la conducta del futuro profesional que se está formando.

o ¿Para qué?

Ø Para que los informes que preparen nuestros estudiantes en sus puestos de trabajo brinden, a quienes los usen para la toma de decisiones, alternativas que incluyan las consideraciones mencionadas no sólo como una frase que acompañe las recomendaciones, sino como parte de las ecuaciones matemáticas que normalmente restringen las alternativas de elección posibles. De esta forma también se podrá asesorar respecto del costo de oportunidad ("cuanto dejaría de ganar") por aplicar una alternativa "más" ética, "más" socialmente responsable. Ø Para que los futuros profesionales, cuando estén en puestos decisorios, exijan información que incluya el costo de tener en cuenta esos elementos.La experiencia profesional nos indica que, muchas veces, si se hubiese conocido el "verdadero" costo de elegir una alternativa "mejor" desde la perspectiva que aquí planteamos, ésta hubiese sido seleccionada. No estamos proponiendo que el objetivo guía de la empresa deje de ser el de "ganar", ya que esa responsabilidad básica se debe asumir para mantener y, si es posible ampliar, una fuente de trabajo digna. Lo que intentamos probar es que, si incorporamos adecuadamente las dos perspectivas al modelo de análisis, no necesariamente se produce una incompatibilidad y que en otras, aún en el caso que se produzca, el disponer de información cuantificada podrá ayudar a reducir la brecha.

  • ¿Un ejemplo? Se presenta en clase un caso para decidir cuánto fabricar de dos productos que utilizan el mismo tipo de materia prima, mano de obra y tecnología. Se arma el modelo matemático correspondiente y se resuelve a través de una planilla Excel que arroja una solución óptima desde el punto de vista de maximizar la ganancia esperada. Luego se compara con la solución gráfica y analítica que puede hallarse si se estudió el procedimiento matemático que corresponde al programa de la materia. ¡Oh sorpresa! Hay otra alternativa con igual ganancia máxima pero con distinta combinación de utilización de los recursos (más ocupación de mano de obra, por ejemplo, o menor contaminación en otro caso).

¿Cuál es la Moraleja?

Más de una: o La tecnología es de gran utilidad para el trabajo del profesional en ciencias económicas pero, para poder aprovechar sus ventajas, primero es necesario estudiar el tema al cual se la va a aplicar. Es el dominio teórico el que nos permitirá utilizar un software específico en forma adecuada y, si fuera necesario, vencer las limitaciones del modelo informático. Ayuda a estimular el estudio de la materia.

Ante situaciones de óptimo múltiple, dos o más alternativas con una misma ganancia máxima, se puede empezar a agregar objetivos adicionales en el modelo matemático. Entre ellos se proponen los que pertenecen a la perspectiva de la responsabilidad social. Por ejemplo: minimizar los despidos, reducir el daño ambiental, mantener la calidad de los productos, asegurar un nivel mínimo de capacitación / actualización, entre otros.

Si intenciones del estilo de las recién nombradas se hubiesen incorporado al modelo desde el inicio, como restricciones aunque sea flexibles, o como objetivos de segundo nivel o como metas deseables, al resolver se podrían obtener informes sobre los márgenes de variabilidad posible y los costos asociados. Ello resulta de suma utilidad para que, quien toma la decisión, lo haga conociendo el verdadero valor de costo de una opción "más ética" que, a veces, no es el que aparenta cuando se asesora o decide planteando alternativas incompletas, o por simple tanteo o intuición en lugar de utilizar la metodología que corresponda a un nivel de actuación profesional ético y responsable. ¿Qué queremos hacer? Como quedó claro en los resultados de la encuesta mencionada al inicio, recibimos buena semilla. La propuesta es cultivarla para que crezca no sólo en el conocimiento técnico aislado ya que, cuando éste se aplica, no se lo hace en el vacío sino en una realidad concreta que requiere rescatar los valores conducentes a una ética aplicada.Es frecuente escuchar que "la ética se aprende en la casa". Por cierto que sí, pero no solamente allí. Nuevamente una cita al Prof. Bernardo Kliksberg nos facilitará fundamentar lo dicho. En su artículo La ética importa, publicado en Temas y Propuestas- Año 10 Nro. 19, comenta sobre los resultados de una investigación del Aspen Institute sobre 2000 graduados de las 13 escuelas de negocios líderes. Indica que se ".... analizó el perfil ético que tenían al ingresar y al salir: Éste último era peor que el inicial". Pues bien, si en este nivel todavía tenemos posibilidad de influir, queremos poner todo nuestro empeño por hacerlo en el sentido positivo. ¿Qué proponemos?Extender, por este medio, la convocatoria a todo docente o alumno interesado en el tema y así encontrar, entre todos, el cómo para cada caso. ¿Intentamos juntos llegar al 100%?

Autor:

Elba E. Font elba_font@yahoo.com.ar

Coordinadora del Centro de Estudios de Ética Aplicada

(1) adaptación del artículo de igual nombre publicado en La Gaceta – FCE-UBA – Nro. 58. 2005.

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