El uso no sexista del lenguaje ha estado en boca de mucha gente y ha ocupado mucha letra en periódicos y blogs, tanto en España como incluso en Latinoamérica por alusión.
Pero lo único que he podido observar en todo este proceso es incompetencia, prepotencia o desconocimiento. Y es que hay mucho trecho por recorrer, y muchas bocas que, seguramente, hacer callar.
1.- En primer lugar la recientemente estrenada ministra española de la igualdad, Bibiana Aído, ha hecho el ridículo por doquier: reclamando las expresiones "señoríos miembros y señorías miembras" dirigiéndose a su audiencia política, puso en relieve uno de los aspectos que más repudio en el tema del lenguaje no sexista, como es el inventarse términos para discriminar: "miembros" o "señorías" son términos neutros, que ya incluyen a ambos géneros. ¿Para qué separar más aún ambos géneros buscando nuevos términos que los diferencien? Luego adujo que en Latinoamérica, concretamente en El Salvador, es de uso habitual, cuando no es cierto. De Latinoamérica debemos aprender muchos modismos neutros (como proveeduría), pero no existe dicha barbaridad de "miembra".
2.- La o las Academias de la Lengua (en especial la "Real") han puesto el grito en el cielo con el cuentecido de siempre: que si hay que evitar inflación, que si la lengua es "sagrada" y no se puede tocar, etc. En fin, bla bla bla. La lengua está al servicio de las necesidades sociales, y no al revés. De hecho, ¿tiene sentido la existencia de un ente como la RAE? (digo RAE pero vale igual por otras lenguas latinas). Los tics inquisitoriales de la RAE me hacen pensar más en la necesidad de finiquitarla, con ello conseguiríamos una lengua más dinámica. El inglés no tiene este tipo de órganos, y creo que yo que no hay lengua más dinámica que ésta. Una vez, trabajando en un grupo editorial catalán (Enciclopedia Catalana), pregunté si un cierto término existía. La respuesta fue que no, pero que al estar bien formado etimológicamente podía usarlo perfectamente. Dicho grupo editorial tiene un diccionario que le da mil vueltas al normativo (en este caso del IEC, léase la RAE catalana). Así pues, creo que si es necesario acuñar (léase "inventar") nuevos términos neutros, adelante, como personalmente he hecho con "usuariado".
3.- Un tercer tipo de barbaridades, como ven de distinto cariz, siguen estando entre quienes tienen poca agilidad mental y nula sensibilidad social. Para muestra un botón. Es un comentario anónimo recibido en la sección dedicada a nuestra Guía rápida para un lenguaje no sexista:
"Estamos en las mismas, siguiendo la misma logico debería ser alumnado y alumnada.Todo esto es un disparate.¿he leido bien "usuariado"? ¿qué demonios es eso?Puestos a eliminar ¿qué hacemos con futbolista, periodista, etc? Deberían ser futbolisto y periodisto.Hay que dedicarse a cosas más importentes. Lo que hace el aburrimiento. Un saludo."
Agradezco los saludos, pero parece que la idiotez no tiene límites, y por motivos estrictamente políticos o de integrismo lingüístico abre su mente a tergiversaciones:
- "alumnado" es un término neutro, ¿qué necesidad hay de inventar "alumnada". Para eso ya tenemos "alumnos" o "alumnas". En fin, que no sabe de qué habla, es como "miembra". - "usuariado" tiene la misma etimología que "alumnado", "funcionariado" o "empresariado". Nadie con conocimientos de lengua (que no es precisamente usted) le dirá que es incorrecto. Lo he comentado también antes. - "futbolista", "periodista",... ¿cuál es el problema con estos términos? Precisamente son neutros, por lo que ¿por qué cambiarlos? En fin, léase nuestra guía de lenguaje no sexista, y no verá en ella las aberraciones que usted (o la ministra española de igualdad) introducen. Ciertamente "anónimo", usted se aburre mucho.
En fin, fíjense como esta persona no tenía ni idea de qué es lenguaje no sexista, eso sí, se permitía calificarlo como "disbarate".
Hay muchos disbarates sobre le lenguaje no sexista, he apuntado tres, pero todos ellos tienen el mismo origen: no saber de qué diablos están hablando.