Un accidente aeronáutico dejaba el pasado lunes 150 víctimas en los Alpes franceses. Setenta y dos horas después comienzan a conocerse las razones del siniestro. Sin embargo, se siguen esperando algunas respuestas por parte de los responsables de la compañía. Las compañías aéreas y empresas de aviación, con motivo de su actividad, se enfrentan continuamente a riesgos de gran magnitud reputacional como es el caso de un accidente con heridos o víctimas mortales. Frente a esta situación es de vital importancia que las compañías actúen con rapidez y empatía hacia los afectados. Las 24 horas posteriores al accidente son determinantes para superar o ser arrollados por una crisis reputacional.
Por eso, frente a una situación de crisis como en la que se encuentran en estos momentos Airbus, Lufthansa y Germanwings es de primordial importancia que cuenten con una gestión de riesgos y oportunidades reputacionales acorde con su actividad. La reputación de la empresa requiere de una gestión consciente por parte de la empresa que le permita anticipar los riesgos reputacionales de la empresa para reducirlos o eliminarnos y evitar la potencial crisis subsiguiente. Sin embargo, es imposible gestionar las operaciones de una actividad bajo un criterio de riesgo cero, pretendiendo que su gestión esté desprovista de vulnerabilidades y amenazas que permitan un discurrir organizacional exento de cualquier vaivén. En este sentido, la dirección, en función de la actividad y de las características específicas de la empresa, va asumir ciertos riesgos que no se pueden reducir en su totalidad, pero sí puede planificar la respuesta de la empresa en el caso de que desemboquen en una crisis.
Esta planificación de crisis facilita una respuesta ágil y efectiva de la empresa que minimiza el perjuicio sobre su reputación, o incluso permite aprovechar la crisis para fortalecer la reputación de la empresa. Por tanto, tanto la reducción de riesgos como la planificación de crisis contribuyen a la gestión de la reputación corporativa. Un ejemplo de esto lo vemos en la actuación de las aerolíneas Germanwings y Lufthansa al teñir de negro la imagen de sus perfiles de Twitter, en homenaje a las víctimas. Dicha acción probablemente formara parte de los pasos a seguir frente a algún accidente con víctimas mortales.
Anteriormente hablábamos de las posibles respuestas de otros grupos de interés frente a una situación que ponga en entredicho la reputación de la compañía. Ante esta afirmación queríamos comprobar cómo afectaban los accidentes aéreos con aviones de Airbus implicados en la cotización de la compañía en la Bolsa de Madrid. La razón que nos ha llevado a centrarnos en la respuesta de este grupo de interés se basa también en la estrecha relación entre la reputación y los resultados financieros. Tal y como declaró en su día un representante de Llorente y Cuenca “la primera es un bien imprescindible para la consecución de la segunda”.
Siguiendo una cronología de accidentes desde el 2000 hasta ahora la compañía aeronáutica se ha visto implicada en seis accidentes alrededor de todo el mundo. Fijándonos en la cotización en bolsa el día anterior, el día del accidente y el día después esperábamos encontrarnos una bajada acuciante del valor de las acciones. Sin embargo no podemos afirmar que así sea. La única afirmación asentada en la información que podemos formular es que cuantas más víctimas mortales hay en los accidentes más baja el valor en bolsa de la compañía.
Por último, cabe destacar que no es la primera vez que empresas como Airbus y Lufthansa se enfrentan a una situación de crisis similar, al contrario de Germanwings que nunca ha estado relacionado con ningún accidente con víctimas mortales. Por eso, nos mantenemos alerta de cómo la compañía responderá a esta crisis a la espera de que lo haga de una forma socialmente responsable.