El Fòrum Economia Social me invitó ayer día 3 a participar en un debate sobre la importancia de las cooperativas de crédito en la financiación de las distintas organizaciones de Economía Social.
Ante la situación que atravesamos donde el desempleo se ha convertido en la principal preocupación de este País, ¿no pueden las cooperativas de crédito articular mecanismos y/o instrumentos orientados a fomentar ese tipo de organizaciones y apoyar de esta forma la creación de empleo? En el debate se analizó con profundidad los aspectos relacionados con la oferta y la demanda de financiación, sin embargo hubo una pregunta que se me trasladó y que me gustaría compartir con alguna reflexión personal.
Desde una perspectiva financiera parece evidente que la respuesta de una cooperativa de crédito es desarrollar soluciones financieras para poder dar respuesta a las necesidades de las organizaciones existentes y por supuesto a los nuevos emprendedores.
Quizás cabría recordar que esa función debe ser cumplida a partir de un principio básico de prudencia puesto que la respnsabilidad de esa cooperativa de crédito no solo debe medirse por cumplir con esa función, sino también en ofrecer seguridad a los socios cooperativistas que han depositado sus ahorros y su confianza en una entidad que debe de velar por sus intereses.
Pero más alla de esos conceptos que todos conocemos y que sin lugar a dudas pueden en cada caso ser contemplados desde distintos puntos de vista y con infinidad de consideraciones, quisiera centrarme no tanto en la función de las cooperativas de crédito, sino en las organizaciones de la Economía Social como una solución a la crisis actual.
Por mi trabajo y experiencia he podido ser testigo de como en estos años de crisis han desaparecido muchas empresas de todo tipo, grandes, medianas, pequeñas….sociedades anónimas, limitadas, cooperativas…. ninguna de ellas parace estar a salvo de los efectos de esta situación…. y aunque sin lugar dudas pueden ser identificados algunos aspectos comunes de carácter coyuntural que han ayudado a que se produzcan esas desapariciones, también creo que hay algunos elementos diferenciadores que deben de ser analizados y tomados en consideración. A modo de ejemplo podríamos citar la perdida de competitividad, mala gestión, sobreendeudamiento…, por no citar aspectos relacionados con la perdida de continuidad de negocio por razones de edad o desavenencias entre socios…y sin olvidar la perdida de interés por parte del socio que esperaba una determinada rentabilidad y a la vista de que no es alcanzada decide desinvertir para dirigirse a otros proyectos.
En fin todo ello no ayuda y solo agrava aun más la situación coyuntural que ya de por si es suficientemente grave y que su principal consecuencia se ve ve reflejada en la elevada tasa de desempleo de este País.
Y es en ese escenario es donde me pregunto si no hubiera sido posible habilitar mecanismos e instrumentos para corregir todo ello a través del fomento del cooperativismo entre los trabajadores de esas mismas empresas. La idea quizás no sea original, pero desarrollar soluciones para que antes del cierre de una empresa se pudiera dar la opción a que los trabajadores capitalizaran el desempleo, inyectaran los fondos a la empresa a cambio de su control y propiedad.
Probablemente muchas de estas empresas no hubieran cerrado, la inyección de capital hubiera mejorado su apalancamiento financiero y los objetivos de los nuevos socios no serían tanto los de rentabilizar una inversión sino la de mantener unos puestos de trabajo…aunque para ello pudiera ser necesario realizar algún reajuste más que llevara a mejorar la competitividad de la empresa, y que por otra parte estoy convencido que los trabajadores que han perdido su empleo hubieran estado encantados de asumir…..aunque, quien sabe si el ahorro de costes de la antigua dirección ya de por si mejoraría su competitividad