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El consumo constituye una indudable manifestación de la actividad económica, igualmente representa una realidad social a través de la cual los consumidores toman decisiones para las que se requiere información y responsabilidad.

Vivimos en una sociedad que favorece el consumismo, nos hemos convertido en la generación del usar y tirar, y si bien en la situación de crisis económica en la que nos encontramos, se están corrigiendo obligatoriamente, debido a la repercusión que la crisis tiene en la economía doméstica de las familias, algunos aspectos del consumismo, sigue vigente el concepto con carácter general.

Desde el año 1.991, fecha en la que concreté la reflexión sobre el concepto CONSUMO RESPONSABLE, he venido reiterando, tanto en España, en Europa,  como en Países de América Latina que por Consumo Responsable se entiende “la elección de los productos, no sólo en base a la calidad/precio de los mismos, sino también en base a la calidad social de los productos mismos y a la conducta de las empresas que nos lo ofrece” Esta afirmación está basada en dos argumentos fundamentales:

Primero.- que detrás de los productos de consumo se esconden problemas de alcance planetario, de naturaleza social, política y ambiental y

Segundo.- que los consumidores podemos inducir a modificaciones en las conductas de las empresas mediante la elección de nuestra compra o contratación de servicios, y de esta manera podemos contribuir a hacer el consumo un motor de justicia social y equilibrio ambiental.

El concepto de CONSUMO RESPONSABLE es muy amplio, como lo es la actividad de consumir. Podríamos sintetizarlo en tres bloques:

  • CONSUMO ÉTICO.- en el que se introducen valores como una variable importante a la hora de la compra de producto o contratación de servicio, entre ellos hay que destacar los incorporados a las políticas de Responsabilidad Social Empresarial

  • CONSUMO ECOLÓGICO.- que, incluye por este orden, las famosas tres erres (Reducir, Reutilizar y Reciclar) y en el que se incluyen aspectos tan importantes en el consumo como la agricultura y ganadería ecológicda.

  • CONSUMO SOCIAL Y SOLIDARIO,- en el que hay que incluir con nombre propio los productos de COMERCIO JUSTO.

EL CONSUMO RESPONSABLE trae beneficios de gran alcance para la sociedad:

  1. FOMENTA la creación de productos y empresas innovadoras, a la vez que desalienta a otras que ignoran las consecuencias sociales y ambientales de sus acciones.

  2. FACULTA a los consumidores a opinar acerca de los productos que compran y de cómo las empresas conducen sus negocios

  3. INDUCE a los consumidores, a través del cuestionamiento de determinadas prácticas, a comprar productos ecológicos, de menor contaminación, a comprar productos locales, de proximidad, productos de comercio justo y a comprar productos o servicios de empresas socialmente responsables.

Esta definición la propuse en mi calidad de Consejera del Consejo Estatal de Responsabilidad Social Empresarial de España – CERSE- consensuada en el Grupo de Trabajo y aprobada en el Pleno del CERSE del mes de mayo del año 2011.

 

¿Cómo se puede llegar a ser un consumidor responsable?

Sin ánimo de ser exhaustiva, pueden contemplarse diferentes formas:

  • Compras positivas.- favoreciendo productos “responsables” (fabricados o suministrados por empresas socialmente responsables) ya sean ecológicos, provengan de Comercio Justo o que no hayan contaminado en su proceso de elaboración (atención especial en este caso a la producción y al comercio de proximidad)

  • Evitando comprar productos que promuevan la discriminación, la contaminación, la pobreza.

  • No comprando productos o servicios de una empresa y sus subsidiarias, si desaprobamos una de sus marcas o productos.

Es fundamental que seamos conscientes de que los consumidores jugamos un papel clave en la creación de incentivos para una producción y una conducta empresarial responsable.

El NUEVO CONSUMIDOR RESPONSABLE busca tanto un beneficio individual como social al hacer sus comprar o contratar servicios, el consumidor actual quiere que se reconozca sus derecho a :

  • La seguridad

  • A estar informados

  • A escoger

  • A ser escuchado

  • A ser indemnizado

  • A recibir información como consumidor responsable

  • Un ambiente saludable

  • Al respecto a su privacidad

  • A que las empresas realicen un enfoque preventivo de los riesgos

Los consumidores tenemos derechos y también tenemos obligaciones, profundizaremos en ellos en próximos artículos, mientras tanto reflexiona individualmente sobre  tus comportamientos de consumo. Tu respuesta a la Encuesta adjunta es importante. Comentamos las conclusiones en próximas entregas.

Maria Rodriguez

Experta Internacional en Consumo Responsable y RSE

 


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OpiniónEmpresas

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