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 Por: Michel Azcueta*.

Escribo estas líneas desde el Perú, muy preocupado por la situación que se está viviendo en España en estos momentos. Me refiero a los últimos acontecimientos vividos en el País Vasco y Cataluña, con las demandas separatistas llenas de demagogia y medias verdades, y que me animan a escribir esta reflexión personal.

Tengo decenas y decenas de familiares y amigos vascos y catalanes y respeto y valoro la democracia, de manera que mantengo que siempre hay un derecho a la consulta popular sobre todo tipo de temas, y a referéndum en el marco de la Constitución. Inclusive mantengo que la autonomía es un derecho de los pueblos reconociendo que el mundo cambia y que las fronteras siempre se han movido y, sin duda, se seguirán moviendo hasta, quizás, cuando lleguemos a una especie de Estado Planetario… Lo que molesta y hasta indigna son las mentiras, la tergiversación de los hechos históricos, la manipulación de las mentes, esconder objetivos, ocultar realidades concretas, idiotizando más y más a los ciudadanos. Hace mucho daño al debate y decisiones democráticas  no señalar algunos falsos mitos y errores en la política española de los últimos 30 años. Intento comentar brevemente algunos de ellos.

El primero es la tergiversación de los hechos históricos. No me refiero al derecho a la interpretación de los mismos, que, definitivamente, puede ser diferente sino a su negación absoluta. Por ejemplo, el territorio vasco perteneció durante siglos al reino de Navarra, así como el territorio catalán al Reino de Aragón. Nunca han sido “estados” y nunca han tenido independencia en el sentido moderno de la palabra.

Es triste comprobar estos silencios y tergiversaciones en la enseñanza  como hace algunos años ya comprobé en algunas ikastolas vascas y en algunas escuelas catalanas. Solo dos ejemplos: en las primeras llegaron a desconocer, a silenciar a Juan Sebastián Elcano, ilustre guipuzcoano que dio la vuelta al mundo por primera vez, con una tripulación compuesta en el 60 % por marinos vascos pero… ¡al servicio de la corona de España!  Otro ejemplo, aunque muchos no lo crean, en unas escuelas de Cataluña.  Cuando se estudiaba el río Ebro, textualmente se decía que “nace en tierras extranjeras…. hasta llegar a Cataluña”. Sin embargo, en Barcelona, muestran orgullosos a millones de turistas los cuadros representativos de la llegada de Cristóbal Colón a la ciudad para presentarse a… los Reyes Católicos de España, en abril de 1493. Y es desde Barcelona que se anuncia  la existencia de otro continente, desconocido hasta entonces para europeos y asiáticos. Se habla de algunas batallas contra el Rey de España y se esconde el vasallaje en enero de 1641, cuando Cataluña se sometió voluntariamente al gobierno del rey de Francia y la Generalitat proclamó conde de Barcelona y soberano de Cataluña al rey Luis XIII de Francia como Luis I de Barcelona.

Este tipo de cosas han ocurrido durante 30 años, y ahora hay jóvenes y adultos formados con ellas, sin ningún sentido crítico ni científico de la historia.

Por todo ello, como un segundo aspecto, conviene reflexionar sobre el rol fundamental que juegan las ideologías y la educación a mediano y largo plazo. Nadie duda del derecho de los pueblos a hablar, escribir y enseñar su propia lengua, lo mismo que su cultura y sus tradiciones, pero para los propios pueblos es peligroso caer en exageraciones… por ejemplo, hablando de idiomas, se dio el rechazo de la letra “ch” (o la grafía “ch” ya que desde hace unos pocos años, ya no es considerada letra) por parte de intelectuales vascos que, simplemente por creerse originales y defender supuestamente la identidad del euskera (que nunca tuvo, ni ha tenido ni tiene escritura propia) se pusieron a escribir las palabras con “tz” o “tx” y a anular, sin ningún sentido, la letra “v”. Lo mismo ocurrió en Cataluña con la letra “ñ” que, gracias a algunos ideólogos catalanistas, fue cambiada por la rarísima combinación “ny” sin base histórica alguna.

Aunque sabios, científicos y expertos se dieron cuenta de estos aventurerismos lingüísticos, nadie dijo nada creyendo que era algo intrascendente, y no era ni es así: justamente las letras “ch” y “ñ” representan sonidos propios del idioma castellano. Hay que recordar, entonces, que tan prestadas son al euskera y al catalán las letras “tx” o “tz” o “ny” como la “b”, la “s” y la “z”.

Un tercer aspecto que cuesta tratarlo con objetividad, es el peso del País Vasco y Cataluña  en la economía española. Está muy estudiado cómo la burguesía española ha estado conformada, mayoritariamente, por capitalistas vascos y catalanes y son ellos los que más han usado el Estado español y se han beneficiado con ello, incluso durante el franquismo que, como es de conocimiento público, priorizó las inversiones industriales en Cataluña y en el País Vasco.

Por otra parte, hay que reconocer que en la construcción de la riqueza de los dos países han participado españoles de todas las demás comunidades, comenzando lógicamente y en primer lugar, por los propios vascos y catalanes, y seguidos por castellanos y leoneses en el País Vasco, y por andaluces y aragoneses en Cataluña de manera que tanto ellos como sus hijos son tan vascos y catalanes como los que hablan euskera o catalán.

Por todo ello, la explotación económica de unos y otros por la burguesía española debilita atrevidas afirmaciones sobre la explotación de vascos y catalanes por el Estado español… Más aun, en un contexto de crisis, se debe reflexionar sobre el modelo económico reinante en España, en Europa y en el mundo.

Termino: considero que todo pueblo tiene derecho a su autonomía, a su independencia; considero legítimo que se pida y se convoque un plebiscito para conocer la opinión de  la mayoría y acatarla siempre en el marco constitucional; considero normal que, cuando es necesario, se modifique la Constitución de un país. Pero me parece terrible que se construyan imaginarios masivos en base a mentiras, en base a negar la historia real, a la manipulación mediática, escondiendo intereses particulares, suponiendo que van a construir algo “nuevo” fuera de un contexto objetivo del siglo XXI. Considero que Cataluña debe mucho a España y que, a nivel de la imagen internacional de los últimos 30 años, España debe mucho a Cataluña; un hecho, en mi opinión, fundamental en el debate actual. La verdad nos hace libres.

Creo que Euskadi, Cataluña y España pueden seguir aportando mucho a Europa y al mundo, con tolerancia y con democracia, con justicia y dignidad para todos los ciudadanos.  

                                                                Octubre, 2012.

* Michel Azcueta es educador, ensayista y político. Fue alcalde en tres períodos de Villa El Salvador, población peruana premiada en 1987 con el “Príncipe  de Asturias de la Concordia”.

Via Rogelio Oré


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