Mucho se habla últimamente de reputación y marcas en Internet, de las conversaciones y los contenidos relevantes, a raíz de la eclosión de medios, foros, blogs, wikis y redes en Internet. Pero, ¿qué es realmente la reputación on-line, cómo se analiza y gestiona correctamente? ¿Hay una o dos reputaciones diferentes?
Comenta Enrique Dans, profesor de Sistemas de Información del IE Business School y bloguero por excelencia de nuestro país, en su libro ‘Todo va a cambiar’ que “las organizaciones tienen con Internet, cada vez más, la obligación de ser más y más transparentes”. Marc Vidal, autor de “Contra la cultura del subsidio” y experto en emprendimiento 2.0 comenta por su parte que “las redes sociales están obligando a las empresas a ser más honestas”.
¿Es la nueva revolución social en Internet un banco de pruebas de una vuelta de tuerca de la reputación, en la que transparencia y honestidad son aún más importantes que en el viejo mundo 1.0? ¿Podemos hablar de una reputación 2.0 pensando solo en la online? ¿O hablamos de un concepto global que abarca un fenómeno más amplio, una segunda generación en la importancia e la reputación en la gestión de las marcas empresariales, institucionales, sociales, profesionales o personales?
Conclusiones: transparencia y honestidad
Aunque existen muchas formas de mejorar nuestra reputación, también en la red, solo actuando sobre la causa de una determinada reputación estaremos haciendo bien los deberes a largo plazo. Las opiniones negativas sobre nuestra marca muchas veces deben servir de feedback para mejorar y potenciar aún más la reputación. Pero para ello, resultan fundamentales, especialmente en Internet, la transparencia (no ocultar la identidad, quién se es) y la honestidad (no ocultar las verdaderas intenciones). De lo contrario, todos los esfuerzos desplegados pueden volverse en contra.