Una investigación analiza cómo las empresas españolas de gran tamaño han integrado las funciones relacionadas con la RSC en su estructura organizativa y cómo se articula el trabajo de este área funcional. En base a una encuesta telefónica a los responsables de RSC de 302 empresas con más de 200 trabajadores, el estudio identifica la asignación de las responsabilidades de RSC, los recursos destinados y las áreas de trabajo y funciones correspondientes.
El estudio revela que, en la actualidad, la forma más empleada de integrar la RSC en el funcionamiento de las grandes empresas españolas es a través de comités o grupos de trabajo. El 41% de las empresas dispone de estos órganos, constituidos por miembros de diferentes departamentos, que se encargan de coordinar las actuaciones en RSC.
En cambio, solamente un 24% de empresas - generalmente las de mayores dimensiones - han designado un directivo o técnico específico de RSC, bien apoyado por una unidad organizativa específica responsable de la gestión de la RSC, bien integrado en un departamento preexistente, preferiblemente de Recursos Humanos (RRHH), Calidad y/o Medio Ambiente o Comunicación. A pesar de que la gran mayoría de empresas no ha nombrado una figura específica de RSC, gestionan las diferentes dimensiones de la RSC a través de diferentes departamentos, sobre todo el de RRHH. En definitiva, a día de hoy no se puede decir que exista un modelo de gestión empresarial de la RSC consolidado.
Recursos y prioridades de los departamentos de RSC
Los departamentos de RSC – tanto los específicos como los integrados en otras áreas funcionales - dependen mayoritariamente del primer nivel directivo de la compañía, muestra inequívoca del compromiso de las empresas en este asunto. En cuanto a la dotación de recursos humanos y financieros, se trata por lo general de departamentos reducidos (3 personas o menos) y que gestionan presupuestos variados: mientras una quinta parte de las empresas (21%) dice destinar menos de 100.000 euros al año, un poco menos (16%) manifiesta destinar más de 1.000.000 euros.
Respecto a las áreas de trabajo y funciones de RSC, los departamentos específicos se encargan preferentemente del diálogo con los stakeholders y la acción social, ya que estas áreas generalmente no se atribuyen a otro departamento de la empresa. Las cuestiones de condiciones laborales y sociales, medio ambiente y reputación también son gestionadas por la mayoría de departamentos de RSC y por los departamentos que compatibilizan las responsabilidades en RSC con otras como RRHH, Calidad y/o Medio Ambiente y Comunicación. En este sentido, los departamentos de RSC parecen verdaderos departamentos “multifuncionales”, que distribuyen su tiempo de forma más o menos equitativa entre los diferentes temas mencionados. Tanto los departamentos especializados como los no especializados en RSC se dedican mayoritariamente a la implantación de políticas de RSC y menos al diseño, evaluación y seguimiento de las mismas o a la elaboración de informes y memorias. En conclusión, los resultados apuntan a que los departamentos de RSC existentes disponen de suficientes recursos para gestionar las dimensiones más relevantes de la RSC e implantar las políticas correspondientes.
El informe completo del estudio está accesible en la página web de la Cátedra Mango de RSC: http://mango.esci.es