Según el último Executive Quiz realizado entre ejecutivos por Korn/Ferry International, cerca de las tres cuartas partes de los ejecutivos (73 por ciento) están dispuestos a sacrificar por lo menos el uno por ciento de sus salarios para costear las iniciativas "verdes" de sus compañías.
El mayor número de encuestados (40 por ciento) estaría dispuesto a sacrificar entre el uno y el dos por ciento de sus salarios. Aunque son una pequeña minoría, el tres por ciento de los encuestados estaría dispuesto a sacrificar más del 10 por ciento de sus salarios. Entretanto, más de una cuarta parte (27 por ciento) de los ejecutivos no estarían dispuestos a sacrificar ninguna parte de sus salarios para apoyar esfuerzos en pro de la sostenibilidad.
Cuando se les preguntó sobre recursos actuales que sus empleadores han dedicado a temas "verdes", casi la mitad (49 por ciento) de los ejecutivos informa que sus compañías han asignado personal de la empresa, han contratado personal nuevo, o ambas cosas. Hoy, este enfoque muchas veces abarca el nombramiento de Directores de Sostenibilidad en la más alta esfera de la empresa. El 50 por ciento de los ejecutivos encuestados dicen que su compañía no ha asignado ningún recurso a tareas de sostenibilidad.
"Claramente, la gran cantidad de ejecutivos dispuestos a dar una contribución personal a las iniciativas ecológicas de sus compañías señala un cambio en la percepción actual de la importancia de la sostenibilidad", dijo Jay Millen, senior client partner de Korn/Ferry International. "Aunque hay margen para un gran progreso, estamos viendo a compañías dedicando talentos y recursos de primera a promover la sostenibilidad y la responsabilidad corporativa".
Curiosamente, el 69 por ciento de los encuestados cree que las iniciativas "verdes" perderán terreno ante las actividades generadoras de ganancia en estos tiempos de incertidumbre económica. Sin embargo, el 29 por ciento opina que la situación económica actual no tendrá un efecto en la adopción de normas ecológicas.
Por último, más de las tres cuartas partes de estos ejecutivos (78 por ciento) considera que su empleador tiene por lo menos "cierta" sensibilidad ecológica, mientras otro 18 por ciento no cree que su compañía tenga una sensibilidad ecológica.