Según los últimos datos del Eurobarómetro, publicados por la Comisión Europea, el 87% de la ciudadanía considera que la cultura y el intercambio cultural deben ocupar un lugar destacado en la Unión Europea, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia europea. El 86% también destaca la importancia del patrimonio cultural, no solo como legado del pasado, sino como pilar de la vida cotidiana y el desarrollo económico.
Casi la mitad de los encuestados (49%) afirmó haber participado en actividades culturales o artísticas en el último año, lo que supone un notable aumento respecto al 37% registrado en 2013. No obstante, este acceso a la cultura sigue siendo desigual entre países, regiones y colectivos sociales.
El informe también señala que el 88% de los europeos valora la libertad artística como base de las democracias modernas. Sin embargo, solo un 77% cree que los artistas pueden expresarse con plena libertad en sus respectivos países, evidenciando brechas en la percepción de esta libertad en el seno de la UE.
Una de las novedades del informe de este año es la atención prestada al impacto de la inteligencia artificial generativa en el ámbito artístico. Un 73% de los ciudadanos muestra preocupación por el posible efecto de estas tecnologías sobre el empleo y la estabilidad económica de los artistas. Además, menos de la mitad (48%) declara ser capaz de distinguir entre una obra creada por IA y una hecha por una persona.
La precariedad sigue siendo una constante para muchos profesionales de la cultura. Solo el 51% de los encuestados cree que los artistas reciben una remuneración justa y adecuada. En este sentido, crece el reclamo hacia la UE para que asuma un papel más activo en la mejora de las condiciones laborales del sector.
¿Qué esperan los ciudadanos de la política cultural europea?
Entre las prioridades señaladas por la población se encuentran:
Los resultados de esta consulta alimentarán la futura Brújula Cultural para Europa, el nuevo marco estratégico de la Comisión en política cultural, previsto para 2025. Además, actualmente está abierta una convocatoria de datos y opiniones sobre esta hoja de ruta, disponible hasta el 13 de mayo.
La cultura, señalan desde Bruselas, debe ser reconocida no solo como expresión artística, sino como motor de cohesión social, bienestar, economía y resiliencia democrática en tiempos de transformación tecnológica y ecológica.