El Instituto Santalucía, perteneciente al Grupo Santalucía, ha lanzado el informe titulado "El sistema de la dependencia en España". Este informe ofrece un análisis exhaustivo sobre cómo se financia, organiza y ha evolucionado el sistema de dependencia en nuestro país desde la aprobación de la Ley 39/2006, de 14 de diciembre, la cual estableció el marco para el Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SAAD), que universalizó la cobertura de subvenciones y apoyos a los cuidados, condicionando el acceso únicamente a la valoración de las necesidades individuales.
El estudio, elaborado por Sergi Jiménez-Martín, Investigador de FEDEA y Catedrático de Economía y Empresa de la Universitat Pompeu Fabra, y Analía Andrea Viola, investigadora de FEDEA, también ofrece recomendaciones sobre la dirección que debería tomar esta prioridad social. El informe destaca que el 81% de las personas que brindan cuidados a mayores de 65 años son familias o cuidadores no profesionales, un colectivo mayoritariamente femenino (60%) y de mediana edad (entre 40 y 59 años). Estos cuidadores realizan una labor crucial en el sistema de apoyo a las personas mayores con necesidades de atención, dedicando entre 56 y 70 horas semanales al cuidado en el hogar, incluyendo actividades básicas de la vida diaria como alimentación, higiene, vestimenta y movilidad.
En cuanto a la financiación de los cuidados de larga duración, el informe indica que el sistema se sustenta principalmente en las aportaciones de las comunidades autónomas (51%), la contribución a nivel nacional (15%) y los copagos de los usuarios (21%). El presupuesto destinado a estos cuidados aumentó en un 23,3% en 2022, alcanzando los 2.902 millones de euros, el doble que en 2018, reflejando un incremento significativo de recursos.
El gasto en cuidados de larga duración representa el 8,7% del gasto total en sanidad en 2021, distribuyéndose en atención institucional, hospitalización de día y atención domiciliaria. Se observa un descenso en el gasto en atención hospitalaria (del 74% en 2003 al 64% en 2021) y un aumento en atención domiciliaria (del 18% en 2003 al 25% en 2021), mientras que el gasto en hospitalización de día se ha mantenido estable en un 10%-11%.
El SAAD comenzó atendiendo a los dependientes más severos para luego incorporar gradualmente a los moderados. Sin embargo, debido a la crisis financiera y los recortes presupuestarios de 2012, los dependientes moderados se integraron en 2015, lo que provocó un aumento masivo (33%) en la lista de espera de beneficiarios. Aunque se ha reducido significativamente desde entonces, la lista de espera aún presenta desafíos, con 177.423 personas registradas en diciembre de 2022, un 53% menos que en diciembre de 2015.
A pesar de las mejoras recientes en el presupuesto y la reducción de la lista de espera, los autores del informe proponen varias recomendaciones para mejorar el sistema en su conjunto: