La importancia de la transición energética para abordar la emergencia climática es innegable. Uno de sus aspectos más críticos es la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). La quema de combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo y el gas natural, es una de las principales causas del aumento de las concentraciones de GEI en la atmósfera. Sin embargo, al cambiar hacia fuentes de energía renovable, como la solar, eólica, hidroeléctrica y geotérmica, podemos disminuir de manera significativa la cantidad de emisiones de carbono y otros contaminantes. Además, la transición energética promueve la diversificación de la matriz energética, lo que reduce nuestra dependencia de los combustibles fósiles y aumenta la seguridad energética, especialmente en un contexto de cambios geopolíticos y escasez de recursos naturales.
Para que esta transición sea efectiva y real, es fundamental el papel de las políticas públicas. Estas políticas pueden adoptar diferentes formas y objetivos, pero su propósito esencial es establecer un marco regulatorio y económico que impulse el cambio hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.
Conscientes de esta necesidad, el Foro de Energías Renovables Eléctricas de la Asociación Española de Normalización, UNE, ha publicado su primer informe "Energías Renovables Eléctricas y Políticas Públicas", destacando el papel de las normas como herramientas valiosas en la elaboración de documentos reglamentarios, tanto a nivel nacional como europeo. Se espera que los futuros desarrollos legislativos en energías renovables eléctricas se apoyen en el catálogo de Normas UNE, fomentando así la colaboración entre la Administración, las empresas y la normalización.
Este informe ofrece una introducción a la normalización y explora el papel de las normas en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Aborda las seis principales energías renovables eléctricas con actividad en los comités técnicos de normalización. La estandarización tiene como objetivo la creación de un conjunto de especificaciones técnicas, conocidas como normas, que son utilizadas de manera voluntaria y establecidas con la participación de todas las partes interesadas.
Los expertos señalan que la estandarización contribuye al contexto político y macroeconómico al impulsar la transición energética. La Unión Europea ha definido cinco dimensiones como parte de su objetivo de alcanzar una economía próspera, moderna, competitiva y climáticamente neutra para 2050. En España, los objetivos apuntan a lograr en 2030 un 81 % de renovables en la generación eléctrica y a incrementar la potencia renovable instalada.
Una preocupación compartida por los subsectores energéticos es la necesidad de una regulación que respalde la consecución de estos objetivos. Los comités de UNE de energías renovables eléctricas trabajan en colaboración para contribuir a estas metas, una labor que se ha intensificado desde la creación de este Foro en 2022.