La economía circular se ha consolidado como una pieza fundamental en el panorama actual, especialmente en el contexto de la emergencia climática. En este sentido, el informe bienal "The Circular Economy for Plastics" de Plastics Europe, lanzado recientemente, arroja luz sobre la producción, transformación y gestión de residuos plásticos en Europa, con un enfoque en los plásticos circulares provenientes del reciclado y la biomasa.
Los datos revelan que el uso de plásticos circulares ha alcanzado el 13,5%, lo que indica un avance significativo hacia la meta de circularidad establecida para 2030. Sin embargo, desafíos como el aumento de la incineración con recuperación energética y el alto porcentaje de residuos plásticos depositados en vertederos continúan obstaculizando el progreso del sector. En Europa, actualmente se recicla el 26,9% de los residuos plásticos, superando por primera vez la cantidad depositada en vertederos, lo que representa un hito importante en el camino hacia la circularidad. No obstante, para satisfacer la creciente demanda de plásticos circulares, es crucial incrementar la recogida y clasificación de residuos plásticos, así como promover tecnologías innovadoras de reciclado químico y captura de carbono.
Por otro lado, la distribución del contenido de plástico reciclado en nuevos productos no es uniforme en todos los sectores, siendo los sectores de envase y embalaje, construcción y agricultura los que lideran en esta área. Sin embargo, otros sectores, como la automoción y la industria eléctrica y electrónica, están rezagados.En cuanto a la producción de materias primas plásticas, Europa ha experimentado una pérdida de competitividad, lo que podría resultar en una mayor dependencia de importaciones en el futuro si no se invierte adecuadamente en circularidad.
¿Qué ocurre en España?
En cuanto a nuestro país, el informe advierte que, a pesar de un contexto económico complejo, se observan avances positivos que posicionan a España entre los líderes europeos en materia de circularidad. Concretamente, los expertos muestran que, en 2022, la producción de materias primas plásticas registró un descenso notable (-12.2%), una tendencia que parece mantenerse. El dato positivo es que la proporción de plásticos circulares en la producción total alcanzó un 21,7%, por encima de la media europea (19,7%), situando a España entre los países líderes en producción de plásticos no-fósiles.
En lo relativo al uso de plásticos reciclados en nuevos productos, España se posiciona como líder europeo con un índice de contenido en reciclado del 22.3%, casi el doble del dato europeo (12.6%). En el ámbito de la recogida y tratamiento de residuos, el informe también arroja buenos resultados: por primera vez, la recogida selectiva de residuos plásticos superó la recogida mixta. Considerando que los residuos provenientes de recogida selectiva se reciclan 8 veces más en comparación con los flujos de recogida mixta, el impulso de nuevas inversiones en recogida y separación de residuos es un factor clave para alcanzar mayores cotas de circularidad.
La mejora en la recogida ha favorecido que la cantidad de residuos plásticos reciclados haya aumentado hasta alcanzar más de un 1 millón de toneladas. Con una tasa de reciclaje total del 38%, España se sitúa en el segundo puesto en Europa. Por sectores, cabe destacar el 50% de tasa de reciclaje para los residuos de envases plásticos (4º puesto europeo), el 49% para los residuos plásticos del sector de la agricultura (2º puesto), y el 40% para los residuos plásticos en la construcción (1º puesto). Sin embargo, los altos niveles de depósito en vertedero, con una tasa muy por encima de la media europea (39% frente a 25%), indican que ésta sigue siendo una asignatura pendiente para España. Este dato, junto con el aumento de la incineración con recuperación energética, evidencia que aún se están desperdiciando valiosos recursos esenciales para la transición del sector.
A pesar de estos avances, aún persisten desafíos, como los altos niveles de depósito en vertederos, que evidencian la necesidad de seguir trabajando en la transición hacia la circularidad. Se requieren marcos regulatorios coherentes y armonizados, tanto a nivel europeo como nacional, con plazos de implementación adecuados para garantizar una transición justa de la industria hacia la economía circular.
**Para acceder al informe "The Circular Economy for Plastics: Un análisis europeo", haga clic aquí
***Para acceder a los datos de España, haga clic aquí