En un mundo convulsionado como el actual, el mundo necesita tanto justicia climática como justicia financiera. Pero, antes de avanzar, es preciso recordar a que refiere cada uno de estos conceptos:
Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, hizo un llamamiento a los líderes del Grupo de los 77 países en vías de desarrollo (G77) y China para que "luchen por un mundo que funcione para todos", en el discurso que pronunció el pasado viernes 15 de septiembre en la cumbre de esta alianza en La Habana (Cuba). "Cuento con su Grupo, que ha sido durante mucho tiempo campeón del multilateralismo, para que den un paso al frente, utilicen su poder y luchen", dijo António Guterres. "Defendamos un sistema enraizado en la igualdad; defendamos un sistema dispuesto a revertir la injusticia y el olvido de siglos; y defendamos un sistema que beneficie a toda la humanidad y no sólo a los privilegiados", continuó.
Durante su intervención, Guterres señaló que, aunque estos países han sacado a cientos de millones de personas de la pobreza en las últimas décadas, ahora se enfrentan a innumerables crisis, donde apremia el aumento de la pobreza y el hambre, una escalada de los precios, una deuda desorbitada y un incremento de los desastres climáticos. "Los sistemas y marcos mundiales los han defraudado", dijo a los líderes reunidos en la capital cubana. "La conclusión es clara: el mundo le está fallando a los países en desarrollo".
Afirmó que el cambio exigirá una actuación a nivel nacional para garantizar la buena gobernanza, movilizar recursos y dar prioridad al desarrollo sostenible. "El mundo necesita justicia climática al igual que justicia financiera", afirmó el máximo referente del organismo internacional. Además, hizo un llamamiento a los países que se reúnan en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que se celebrará en noviembre, para que pongan en marcha el Fondo de Pérdidas y Daños, impulsado por el G77 y China.
En su discurso, el Secretario General señaló que ha propuesto medidas para que la arquitectura financiera mundial sea más representativa y responda mejor a las necesidades de los países en vías de desarrollo. También ha propuesto un estímulo para los Objetivos de Desarrollo Sostenible que proporcionará 500.000 millones de dólares anuales en financiación asequible a largo plazo para el desarrollo sostenible y la acción climática en los países en desarrollo. El máximo responsable de las Naciones Unidas ha convocado la Cumbre sobre los Objetivos para la próxima semana y la Cumbre del Futuro para el año que viene.