Al igual que en el plano demográfico, explica el documento, las personas con potencial de trabajar también incrementan su media de edad, posicionándose las personas sénior como una fuerza laboral con un peso creciente, y que será dominante en los próximos años. Los baby-boomers, la generación más numerosa de la historia, ya supera la franja de los 55 años y engrosa la proporción de personas sénior en nuestro país, una realidad que se consolidará en imparable tendencia. Pero, antes de avanzar, ¿qué es el talento senior? Se trata de un término que, generalmente, se utiliza para describir a personas mayores o de edad avanzada(mayores de 55 años) que poseen una amplia experiencia, conocimientos y habilidades en un campo particular. Se refiere a individuos que han acumulado un conjunto valioso de competencias a lo largo de su carrera y que aún tienen mucho que ofrecer en términos de contribución y liderazgo.
La publicación de la Fundación Adecco afirma que la inclusión de las personas sénior en el mercado laboral se ha convertido en un asunto estratégico para la economía, en un contexto de envejecimiento récord en el que la media de edad de la población es cada vez mayor. Concretamente, en España, se contabilizan 133 personas mayores de 64 años por cada 100 menores de 16, una proporción que crece a un ritmo desbocado. Una de las principales problemáticas que plantea la investigación es que este sector de la población afronta grandes prejuicios y estereotipos en el mercado laboral que pueden conducirles a la inactividad, al desempleo de larga duración o a jubilaciones forzosas y anticipadas. Todo un contrasentido, teniendo en cuenta que la edad de jubilación tiende al alza, siendo la contribución sénior clave para la competitividad del país.
Las cifras lo muestran con claridad, actualmente se contabilizan 4.853.400 personas activas mayores de 55 años, es decir, casi 5 millones de personas sénior tienen trabajo o lo buscan en España, que suponen el 20% del total de la fuerza laboral (hace 10 años representaban a penas el 13%). Se observa así que el número de personas mayores de 55 años activas ha experimentado un crecimiento del 62% en la última década (en 2013 se contabilizaban 3.002.300) y se ha incrementado un 147% en los últimos veinte años (en 2003 había 1.965.500 personas mayores de 55 años en activo).
El informe advierte que uno de los temas más preocupantes es la falta de relevo generacional en una España vaciada cuya población activa tiene una media de edad cada vez mayor. En concreto, el 35,7% del tejido empresarial cree que tendrá problemas para sustituir a los empleados que se jubilen por falta de personal formado en su área de negocio, especialmente en algunos sectores como la construcción, el transporte, la industria o la hostelería, según un informe de Infoempleo y el grupo Adecco.
Una de las principales conclusiones que se extrae del documento es que vivimos en un invierno demográfico, lo que significa que el número de nacimientos es insuficiente para reemplazar a las personas que fallecen. Esto conduce a una disminución de la población y, por tanto, a una menor fuerza laboral disponible, además de otros efectos como una mayor presión sobre el sistema de la seguridad social. Los profesionales jóvenes escasean y, al mismo tiempo, sigue imperando la discriminación laboral por edad, con lo que la fuerza laboral se reduce a una franja cada vez más ajustada.
Por otra parte, cabe señalar que, al igual que crece la población activa sénior, también lo hace la inactiva, es decir, las personas que no buscan trabajo. Una situación concordante con el envejecimiento de la población, que da cuenta el desaprovechamiento de la fuerza laboral más veterana. El número de inactivos tiende a incrementarse cada año, particularmente desde el punto de inflexión de la pandemia, cuando no pocos trabajadores sénior se han visto abocados a la jubilación. Este hecho choca con la necesidad de prolongar la vida activa, en un contexto de envejecimiento sin precedentes. Finalmente, en este marco, la Fundación Adecco ha identificado las claves para potenciar el talento sénior en España y propone algunas alternativas para hacerlo desde una triple vertiente: la Administración Pública, la empresa y la propia persona sénior.