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Así lo muestra la IX edición del Informe del Impacto Social de las Empresas elaborado por la Fundación SERES y Deloitte. La investigación que analiza los objetivos sociales de las compañías y mide el impacto de su actividad afirma que las compañías de nuestro país invirtieron 1.533,5 millones de euros en proyectos sociales.
Crece el compromiso social de las empresas españolas

Las empresas tienen un rol fundamental en la sociedad y, afortunadamente, son cada vez más conscientes de ello, motivo por el cual avanzan en materia de impacto social. La Fundación SERES y Deloitte han presentado la IX edición del Informe del Impacto Social de las Empresas, que analiza los objetivos sociales de las compañías y mide el impacto de su actividad a través de un modelo de análisis estructurado en base a cinco capitales: persona, organizacional, relacional, económico y comunicación social. Para la elaboración del documento, han participado un total de 79 empresas representantes de distintas industrias, entre las que se encuentran 68 empresas de la Fundación SERES y 11 empresas y asociaciones de la CEOE.

Una de las principales conclusiones que se desprenden del informe es que en 2021 ha habido una inversión de 1.533,5 millones de euros en proyectos sociales, lo que ha permitido la realización de 29.104 acciones (un 17% más que en 2020). Además, se observa que, durante el 2021, las empresas participantes han desarrollado unos 4.200 proyectos sociales más que en 2020, aumentando a 368 el número medio de proyectos por compañía. El 55% de estos tiene como objetivo promover la salud y el bienestar y fomentar la educación de calidad como palancas para mejorar los niveles de vida de la sociedad.

Por otra parte, la publicación advierte que el número de empleados involucrados en los proyectos sociales de las empresas ha ascendido a 243.888, que supone un 17% de la plantilla total. Adicionalmente, el 12% de las organizaciones cuenta con más del 70% de empleados involucrados en proyectos. Por otro lado, 86,3 millones de personas se han visto beneficiadas por iniciativas sociales, principalmente la sociedad en general, representando un 55%; además de personas en riesgo de exclusión social (18%), enfermos (10%) y los jóvenes y/o estudiantes (6%), entre otros. Otro dato interesante que ofrece el estudio es que casi 9 de cada 10 empresas analizadas ofrece internamente programas de voluntariado corporativo, con un 11% de su plantilla involucrada y una dedicación total de 874.445 horas.

Gestión responsable en la hoja de ruta de las organizaciones

La investigación expone que las empresas SERES muestran un claro compromiso con la sostenibilidad que se refleja en sus políticas y procesos, su estructura de gestión y su modelo de gobierno. Concretamente, según los datos obtenidos, el 96% alinean la estrategia de sostenibilidad con el negocio, y el 77% cuentan con una comisión de Sostenibilidad. Entre las medidas para dar respuesta a las expectativas de los grupos de interés, destaca que el 74% de las organizaciones dispone de un plan de contribución social, más del 90% involucra a sus proveedores en actuaciones sociales. El 62% ha adaptado sus productos y servicios para clientes en riesgo de exclusión social.

En esta misma línea, casi la totalidad de las empresas integra en su plantilla a personas con discapacidad, involucra a sus empleados en iniciativas de acción social y promueve el respeto mutuo a través de formaciones en diversidad e igualdad. Sin embargo, aunque las compañías consideran que los temas sociales mejor gestionados son los relativos a la salud y seguridad de sus empleados y la formación, también coinciden en que existe recorrido de mejora en otros ámbitos de promoción del trabajo digno y la no discriminación.

La publicación advierte que se observa una clara apuesta económica por proyectos con impacto social. Ciertamente, el compromiso de las organizaciones para generar impacto social ha supuesto una inversión total de 1.533,5 millones de euros, con una inversión media por empresa de 22,8 millones. Además, 8 de cada 10 organizaciones han invertido en proyectos cuyo impacto social se materializa en España en 2021.

La promoción de estándares de vida adecuados y la mejora del bienestar social han sido los objetivos en los que más se ha invertido, con 30% de la inversión. Le siguen los proyectos relacionados con la salud y el bienestar con 14% y la promoción de la inclusión, igualdad y participación social para reducir las diferencias entre regiones, con el 13%.

Finalmente, ha quedado en claro que, para contribuir a generar una cultura de responsabilidad social, es clave dar visibilidad a la labor que realizan las compañías en materia de ESG. En este sentido, todas de las empresas SERES participantes en el estudio afirman que han desarrollado acciones vinculadas a la sensibilización y difusión sobre temáticas de ámbito social de la sostenibilidad, destacando la educación (75%), el empleo e integración laboral (74%) y la salud y bienestar (72%). Asimismo, el 98% de las organizaciones participantes elabora un informe anual de información no financiera y el 89% reconoce que evalúa y comunica el impacto de su contribución a los distintos grupos de interés.

En el acto de presentación del informe, Fernando Ruiz, presidente de la Fundación SERES, ha afirmado que el propósito de SERES -cuando nació hace más de una década- “es apoyar la transformación de las organizaciones hacia un modelo de empresa responsable y sostenible”. “Nuestro empeño todo este tiempo ha residido en garantizar la visión estratégica de los proyectos y posicionar las actuaciones sociales como iniciativas fundamentales en las organizaciones, capaces de ofrecer valor para la empresa y para la sociedad”, ha añadido. “Es un momento extraordinario, en el que una gestión responsable no solo es importante, sino extremadamente necesaria”.

Por su parte, Concha Iglesias, socia líder de la práctica de Cambio Climático y Sostenibilidad de Deloitte España y responsable del informe expresó: “Tenemos un reto social relevante, con más de 2.300 millones de $ de inversión necesaria para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y atender a la demanda social de infraestructuras y servicios básicos, educación, formación y aprendizaje. Instituciones y administraciones están trabajando para reordenar sus prioridades y darle respuesta. El mercado y los reguladores reconocen a las empresas como agente clave del cambio, y ya no hay duda de que los inversores esperan, junto con la rentabilidad financiera, una rentabilidad social”.

En palabras de Ana Sainz, directora de la Fundación SERES: “en Fundación SERES creemos que ese cambio debe pasar porque las empresas y sus líderes prioricen que los factores ESG son la mejor herramienta de gestión de riesgos y optimización de oportunidades a largo plazo. Y, para ello, deben tener una presencia real dentro de la estructura, la estrategia y los sistemas de la organización” y continuó: “Solo un enfoque holístico, coherente y transversal garantiza que se incorporen a la cultura de la compañía en todos los niveles. Por esta razón medir el impacto positivo de las empresas es crucial como también lo es contar con metodologías que puedan medir el avance en la mejora de los factores sociales”.

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