Proteger el océano es una cuestión de supervivencia y ya no hay tiempo que perder. Durante la inauguración de la Cumbre sobre los Océanos en Cabo Verde, que coincidió con el final de la primera etapa de la regata de vela alrededor del mundo Ocean Race en ese país, el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha afirmado que “acabar con la emergencia oceánica es una carrera que todos debemos ganar”.
Cabe recordar que la carrera oceánica Ocean Race comenzó por primera vez en 1973, llevando a los navegantes alrededor del mundo cada tres o cuatro años. Durante las últimas cuatro décadas, como ha señalado la activista Danni Washington durante la Cumbre, los navegantes veían estas islas en la distancia, o corrían por en medio de ellas. A veces incluso eran rescatados por caboverdianos, pero la carrera nunca había hecho escala en el archipiélago.
El Secretario General estuvo hablando desde el Centro de Ciencias Oceánica de Mindelo, en São Vicente, una instalación de vanguardia que alberga grandes equipos científicos marinos, como robots de aguas profundas, talleres de electrónica y laboratorios de última generación. En declaraciones a ONU Noticias, la asesora especial de la ONU para África, Cristina Duarte, señaló que el 99,3% del territorio de la nación es agua.
Duarte, quien es caboverdiana, fue ministra de Finanzas, Planificación y Administración Pública del país entre 2006 y 2016. “Puede que seamos más criaturas del océano que de la tierra,” dijo. “Para Cabo Verde, el océano es una cuestión de supervivencia”. Por lo tanto, “su conservación [debe hacerse] en un contexto de gestión de un recurso natural, porque tenemos que tomar de él lo que Cabo Verde necesita para desarrollarse. Perseverarlo, pero sin olvidar que, para Cabo Verde, es un recurso económico”, explicó Duarte.
Dirigiéndose a la Cumbre, el presidente de la competición, Richard Brisius, aseguró al Secretario General de la ONU el compromiso de los participantes por la causa de los océanos. “Nos tienen a todos y a toda la tripulación en la carrera oceánica”, dijo. “Somos gente del océano; nos preocupamos por el océano, y lo hacemos con pasión”.
Para el Secretario General de la ONU, la Cumbre fue también una forma de dar la voz de alarma: “El océano es vida. El océano es un sustento. Y el océano está en problemas”. Al respecto, Guterres explicó que alrededor del 35% de las poblaciones mundiales de peces están sobreexplotadas, el calentamiento global está elevando la temperatura de los océanos a nuevas costas, alimentando tormentas más frecuentes e intensas, aumentando el nivel del mar y la salinización de las tierras costeras y los acuíferos.
Según estimaciones de la ONU, en 2050 podría haber más plástico en el mar que peces. En este contexto, el titular de la ONU cree que el mundo dio algunos pasos importantes para corregir el rumbo el año pasado. Estos avances incluyen un "acuerdo histórico" en Nairobi para negociar un tratado vinculante a nivel mundial para controlar la contaminación por plásticos, la Conferencia de la ONU sobre los Océanos en Lisboa, donde los países asumieron cientos de nuevos compromisos voluntarios y promesas, y la Conferencia de la ONU sobre Biodiversidad en Montreal, que terminó con los países acordando un objetivo para proteger el 30% de los ecosistemas terrestres, acuáticos, costeros y marinos para 2030.
Para el Secretario General de la ONU, el mundo necesita actuar urgentemente en cuatro aspectos fundamentales:
- crear industrias marítimas sostenibles
- prestar un apoyo masivo a los países en desarrollo
- ganar la carrera contra un clima cambiante
- desplegar la ciencia, la tecnología y la innovación a una escala sin precedentes
Refiriéndose al sector financiero, Guterres afirmó que "los países en desarrollo son víctimas de un sistema financiero mundial moralmente en quiebra, diseñado por los países ricos para beneficiar a los países ricos". Finalmente, para luchar contra el cambio climático, Guterres pidió a las industrias oceánicas que sigan el ejemplo de la Ocean Race y limiten su huella de carbono. Como ejemplo, dijo que el sector del transporte marítimo debe comprometerse a lograr cero emisiones netas para 2050, y presentar planes creíbles para ponerlo en práctica.