El Clúster de Cambio Climático, impulsado por Forética y compuesto por 70 grandes empresas ha desplegado su séptima edición abordando los últimos avances a nivel europeo en materia de reporte climático. Concretamente, se ha profundizado en lo que respecta a la taxonomía climática, elemento fundamental dentro del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea.
¿Qué avances ha habido en materia de reporte climático? De cara a la emergencia climática que no da tregua en el mundo entero, resulta especialmente importante conocer el estado del avance en esta materia en nuestro país, concretamente en lo que respecta a la taxonomía climática. Expertos de Forética afirman que este es un momento clave de avance y exigencia normativa en materia de reporte de los asuntos vinculados al cambio climático. Es importante recordar que, por una parte, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de España prevé obligar a las empresas a que calculen y hagan pública su huella de carbono y un plan de reducción de emisiones que deberá contemplar un objetivo cuantificado de reducción en un horizonte temporal de cinco años, junto con las medidas para su consecución.
Por otra parte, en materia de reporte y transparencia, la Ley de Información no Financiera y Diversidad 11/2018 (actualmente bajo la Directiva de Información no Financiera que será sustituida por la nueva Propuesta de Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa) exige el reporte de aspectos vinculados con el establecimiento de objetivos y planes de reducción de emisiones. En este escenario de profundas trasformaciones y avances en pos de la protección del medioambiente, la Comisión Europea, sirviéndose de las recomendaciones del Grupo de Expertos de los Estados miembros en materia de Finanzas Sostenibles, publicó en 2020 el Reglamento de la Taxonomía de la UE, con el objetivo de establecer un marco común que promoviese la inversión sostenible.
Cabe destacar que la taxonomía de la UE es un sistema de clasificación que establece una lista de actividades económicas sostenibles desde el punto de vista medioambiental. Esto podría desempeñar un papel importante ayudando a la UE a aumentar la inversión sostenible y aplicar el Pacto Verde Europeo. La taxonomía de la UE proporciona a las empresas, inversores y responsables políticos definiciones adecuadas para las cuales las actividades económicas pueden considerarse sostenibles desde el punto de vista medioambiental. De esta manera, busca crear seguridad para los inversores, ayudar a las empresas a ser más respetuosas con el clima, mitigar la fragmentación del mercado y ayudar a desplazar las inversiones donde más se necesitan.
Concretamente, el Reglamento de la Taxonomía Ambiental cuenta con 6 objetivos ambientales, siendo dos de ellos la mitigación y adaptación al cambio climático. En 2022 las empresas están reportando la elegibilidad en base a la taxonomía, es decir, identificando aquellas actividades que hacen una contribución sustancial a uno de los seis objetivos incluidos en ella. Si bien este año Será en 2023 cuando las empresas deberán reportar el alineamiento con la taxonomía y, por tanto, cumplir con los criterios técnicos de mitigación y adaptación al cambio climático.
Al respecto, Germán Granda, Director General de Forética, afirmó que: “El proceso de transformación hacia una economía baja en carbono implica necesariamente un cambio sistémico para contribuir a la consecución del objetivo de no superar el 1,5º de aumento de temperatura, así como un alto nivel de liderazgo y compromiso por parte de las compañías a la hora de trasladar sus impactos en materia de acción climática a sus grupos de interés. En el contexto actual de avances legislativos en materia de reporte climático, la taxonomía constituye un elemento fundamental dentro del Plan de Acción de Finanzas Sostenibles de la Comisión Europea, especialmente para diferenciar las actividades sostenibles de las que no lo son, convirtiéndose en una referencia esencial para los inversores y una herramienta clave en el impulso de los objetivos net zero para las empresas”.
En este contexto, no caben dudas que la acción empresarial es cada vez más importante y su rol es crucial ante la emergencia climática. En esta línea, en el encuentro empresarial organizado en el marco del Clúster de Cambio Climático se han podido escuchar experiencias de alto impacto en el ámbito del reporte de la taxonomía climática por parte de KPMG -abordadas por Marta Contreras, Directora de Sostenibilidad y Buen Gobierno, y David Melero, Director de Governance, Risk and Compliance- y Naturgy -con la intervención de Amado Gil, Responsable de Cambio Climático, y Nieves Cifuentes, Responsable de Medio Ambiente.
Por su parte, Raquel Canales, Manager del Clúster de Cambio Climático de Forética, destacó: “La emergencia climática sigue siendo uno de los principales desafíos a los que nos enfrentamos. El número de empresas obligadas a reportar en materia de acción climática seguirá aumentando a medida que crecen las exigencias en el reporte con la nueva Propuesta de Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa. Desde el Clúster de Cambio Climático, abordamos los objetivos de mitigación y adaptación al cambio climático, los cuales ya cuentan con criterios técnicos desarrollados, con el objetivo de que las empresas conozcan con un enfoque práctico cómo van a tener que reportar el alineamiento con la taxonomía y de qué manera están enfrentándose a este ejercicio las compañías”.