Para Cepsa, uno de los líderes en el suministro de combustibles para la aviación del mercado en España, el cuidado del medioambiente es fundamental. Como parte de este compromiso, hoy, 25 de enero, el consejero delegado de la empresa ha firmado un acuerdo con los presidentes de Iberia e Iberia Express para avanzar en la descarbonización del sector aéreo. La ambiciosa meta se llevará a cabo a través del desarrollo e investigación de combustibles de origen sostenible y otras alternativas energéticas como el hidrógeno renovable y la electricidad, para fomentar la movilidad sostenible de aviones y de la flota de vehículos que les prestan servicios en aeropuertos. De este modo, Cepsa se convierte en un proveedor estratégico para el Grupo Iberia, que se asegura el acceso preferente a un combustible escaso (biojet), logrando así la aerolínea una ventaja competitiva tanto para clientes como para inversores (gracias a las mejores calificaciones en los índices de sostenibilidad).
Los biocombustibles para la aviación tienen un papel clave en la descarbonización del turismo y del transporte aéreo. En comparación con el combustible convencional, el SAF puede reducir las emisiones de la aviación hasta en un 80% respecto al queroseno convencional, durante todo su ciclo de vida, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo. Además, aportan otros beneficios: impulsa la economía circular, aumenta la independencia energética (y, con ella, la seguridad de suministro), asegura el mantenimiento de un importante motor de la economía española (200.000 empleos de calidad) y puede utilizarse de manera inmediata sin necesidad de renovar la flota y aprovechando las infraestructuras de suministro actuales.
Cepsa está trabajando en un ambicioso plan para dar un giro verde a todos sus negocios y convertirse en un referente de la transición energética en su sector. Además, la compañía cuenta con una amplia experiencia en este ámbito: lleva más de 10 años produciendo biocombustibles en sus centros industriales y desarrolla estudios pioneros a nivel mundial para convertir residuos y aceites usados en combustibles de origen renovable de alto valor energético.
Cabe destacar que para las tres compañías el desarrollo de los combustibles de origen sostenible (SAF) son una prioridad para continuar avanzando hacia una industria cada vez más baja en carbono y contribuir así a la consecución de la Agenda 2030. Este proyecto, que contempla la investigación y pruebas en vuelo con SAF, contribuye a los Objetivos para el Desarrollo Sostenible número 7 (Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), 8 (Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno) y 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos).
Como parte del Grupo IAG, Iberia e Iberia Express se han comprometido a lograr cero emisiones netas en 2050, y a operar un mínimo de un 10% de sus vuelos con combustibles de origen sostenible en 2030. Para lograrlo, el Grupo Iberia está desarrollando su estrategia medioambiental sobre tres pilares: operaciones más eficientes −donde se incluyen todas las iniciativas de renovación de flota, reducción del consumo de combustible y electrificación de sus vehículos, entre otras−; una experiencia de viaje más sostenible para sus clientes −a través de la digitalización de servicios, la eliminación progresiva de plásticos a bordo, el desarrollo de su sistema de gestión de residuos y la compensación de la huella de carbono−; y su compromiso con la transición ecológica de la aviación, sobre todo, a través de su colaboración en la investigación y desarrollo de combustibles de origen sostenible.
En palabras de Maarten Wetselaar, consejero delegado de Cepsa, “esta alianza muestra la apuesta de Cepsa por la sostenibilidad y la firme determinación de apoyar a nuestros clientes, dotándolos de soluciones viables que aceleren su transición energética. Como referente en el suministro de combustibles para el sector aéreo, compartimos con el Grupo Iberia el objetivo común de impulsar la descarbonización del transporte como herramienta de lucha contra el cambio climático”.