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La Organización Mundial de la Salud estima que 23% de todas las muertes están vinculadas a “riesgos ambientales” como la contaminación del aire, del agua y la exposición a sustancias químicas. Es por esto que el programa de Naciones Unidas para el medio ambiente ha desarrollado seis motivos por los que tener un planeta sano debe ser un derecho humano.

Tener un medio ambiente sano debería ser un Derecho Humano que los estados se ocupen de defender. La Organización Mundial de la Salud estima que 23% de todas las muertes están vinculadas a “riesgos ambientales” como la contaminación del aire, del agua y la exposición a sustancias químicas. Estadísticas como esta son la razón por la cual el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó recientemente una resolución que reafirma las obligaciones de los Estados de proteger los derechos humanos y tomar medidas más contundentes de cara a los desafíos ambientales.

Aunque la normativa existe, lo cierto es que muchas veces no se cumple. Al menos 155 Estados reconocen que sus ciudadanos tienen derecho a vivir en un medio ambiente saludable, ya sea mediante la legislación nacional, o bien por medio de acuerdos internacionales, como la Declaración Universal de Derechos Humanos. Sin embargo, poco se está haciendo en relación a la magnitud del desafío que significa detener la emergencia climática.

El programa de medio ambiente de Naciones Unidas afirma que hay al menos seis motivos por los cuales es urgente detener la emergencia climática y defender el derecho a la salud medioambiental como un derecho humano:

1. La destrucción de espacios silvestres facilita la aparición de enfermedades zoonóticas

La pandemia de coronavirus es la mejor prueba de esto. La alteración de la tierra con el fin de crear espacio para hogares, tierras de cultivo e industrias ha puesto a los humanos en un contacto cada vez mayor con la vida silvestre y ha creado oportunidades para que los patógenos se propaguen de los animales salvajes a las personas.

Naciones Unidas advierte que aproximadamente el 60% de las infecciones humanas son de origen animal. Según la plataforma intergubernamental científico-normativa sobre diversidad biológica y servicios de los ecosistemas (IPBES), “se estima que hay hasta 1,7 millones de virus no identificados y susceptibles de infectar a las personas en los mamíferos y las aves acuáticas. Cualquiera de estos podría ser la próxima ‘Enfermedad X’, potencialmente más perjudicial y más letal que la COVID-19 ”.

2. La contaminación del aire reduce la calidad de la salud y la esperanza de vida

A nivel global, nueve de cada diez personas respiran aire sucio, lo cual daña su salud y acorta su vida. Cada año, alrededor de 7 millones de personas mueren a causa de enfermedades e infecciones relacionadas con la contaminación del aire, más de cinco veces el número de personas que mueren en accidentes de tráfico. Naciones Unidas sostiene que la exposición a contaminantes también puede afectar el cerebro, al provocar retrasos en el desarrollo, problemas de comportamiento e incluso un coeficiente intelectual más bajo en los niños. En las personas mayores, los contaminantes están asociados con las enfermedades de Alzheimer y Parkinson.

3. La pérdida de biodiversidad compromete el valor nutricional de los alimentos

Las cifras son contundentes: sólo en los últimos 50 años, las dietas humanas se han asemejado en un 37%, y sólo 12 cultivos y cinco especies animales proporcionan el 75% de la ingesta energética mundial. Hoy en día, casi una de cada tres personas sufre algún tipo de desnutrición y gran parte de la población mundial se ve afectada por enfermedades relacionadas con la dieta, como las cardiopatías, la diabetes y el cáncer.

4. La pérdida de biodiversidad también reduce el alcance y la eficacia de los medicamentos

Los productos naturales representan una gran parte de las sustancias farmacéuticas existentes y han sido particularmente importantes en el área de la terapia del cáncer. Pero las estimaciones sugieren que 15.000 especies de plantas medicinales están en riesgo de extinción y que la Tierra pierde al menos una droga potencialmente importante cada dos años.

5. La contaminación está amenazando a miles de millones en todo el mundo

Otro de los motivos que expone el documento publicado por Naciones Unidas, sostiene es que muchos problemas de salud surgen de la contaminación y de la idea de que los desechos se pueden “tirar” cuando, de hecho, muchos de ellos permanecen en los ecosistemas, lo que afecta tanto a la salud humana como al medio ambiente. El agua contaminada por desechos, las aguas residuales no tratadas, las escorrentías agrícolas y las descargas industriales ponen a 1.800 millones de personas en riesgo de contraer cólera, disentería, fiebre tifoidea y poliomielitis.

Además, cada año, 25 millones de personas sufren intoxicación aguda por plaguicidas. Y el glifosato, el herbicida más utilizado en el mundo, está asociado con el linfoma no Hodgkin y otros cánceres.

 6. El cambio climático presenta riesgos adicionales para la salud y la seguridad

Por último, el documento explica que la última década fue la más calurosa en la historia de la humanidad y ya estamos experimentando los efectos del cambio climático, a medida que los incendios forestales, las inundaciones y los huracanes se convierten en eventos regulares que amenazan vidas, medios de subsistencia y la seguridad alimentaria. El cambio climático también afecta la supervivencia de los microbios, facilitando la propagación de los virus. Según un artículo publicado por la IPBES, “es probable que las pandemias ocurran con más frecuencia, se propaguen más rápidamente, tengan un mayor impacto económico y maten a más personas”.

Por todo lo anteriormente explicado, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas aprobó recientemente una resolución en la que pide a los Estados que conserven, protejan y restauren los ecosistemas, y en la que los describe como cruciales para la salud y el bienestar humanos. Alrededor de 69 estados se comprometieron a entablar un diálogo para reconocer el derecho a un medio ambiente seguro, limpio, saludable y sostenible.

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