Esta es una de las conclusiones que se desprende de la "Encuesta sobre valor a largo plazo y gobierno corporativo" realizada por EY. La misma afirma que la creación de valor a plazo, clave para generar confianza entre los grupos de interés en época de incertidumbre. Entre diciembre de 2020 y enero de 2021, se entrevistó a 102 líderes empresariales para conocer sus avances y desafíos a la hora de impulsar el valor a largo plazo y las implicaciones para el gobierno corporativo.La investigación se basa en la información obtenida de dicha encuesta realizada entre consejeros delegados, así como a miembros de la alta dirección y del consejo de administración de las principales empresas europeas, para comprender sus progresos y desafíos en el apoyo al crecimiento sostenible e inclusivo.
Uno de los ejes principales de las conclusions que emergieron del estudio es que el gobierno corporativo resulta fundamental para cumplir la agenda de valor a largo plazo y este debe evolucionar hacia el crecimiento sostenible. El estudio revela que la pandemia ha supuesto un desafío para los resultados financieros de las empresas y también una dificultad para la generación de valor. Empero, casi ocho de cada diez directivos afirman que centrarse en el crecimiento sostenible e inclusivo ha sido fundamental para generar confianza en los stakeholders en un contexto signado por la incertidumbre como el actual.
Así, la encuesta advierte que la pandemia ha abierto una ventana de oportunidad para replantear las relaciones y establecer un compromiso efectivo con los grupos de interés. En este sentido, el gobierno corporativo sostenible es un elemento clave para satisfacer las expectativas sobre el papel que deben jugar las empresas en la transformación de la sociedad. A partir del análisis de los datos obtenidos han surgido una serie de retos, muchos de los cuales se enmarcan dentro del ámbito del gobierno corporativo. El informe propone cinco áreas relacionadas con la gobernanza en las que los consejos de administración podrían centrarse con un efecto positivo, sin necesidad de asistencia o regulación externa. Para lograr esta ambición, las prácticas y estructuras de gobierno deben ser examinadas de principio a fin para asegurar que estén alineadas con la consecución de una estrategia sostenible.
Estas áreas son:
1. Los atributos del consejo, incluyendo dinámicas y valores.
2.La supervisión del riesgo.
3.La estrategia de remuneración: Los sistemas de compensación necesitan una combinación de incentivos a corto y largo plazo para recompensar a los ejecutivos por generar un crecimiento sostenible.
4.El compromiso de los accionistas y de los grupos de interés y la orientación hacia el valor a largo plazo también afecta a la forma en la que las empresas comunican sus resultados.
5. Las organizaciones deben adoptar una nueva cultura y mentalidad respecto a la información que comparten sobre sí mismas, basada en la autenticidad y la responsabilidad.
En primer lugar, sobre los atributos,le encuesta solicitó a los ejecutivos que nombraran los atributos más importantes que debe tener un consejo de administración para tomar decisiones que generen valor a largo plazo. Curiosamente, el principal que surgió fue el del comportamiento: para que un consejo se centre en el largo plazo, la capacidad de los consejeros de decir lo que piensan se considera fundamental. Los atributos mejor valorados han sido: Primero un consejo que tenga suficiente confianza para ser honesto, debatir abiertamente y no temer al desacuerdo. Segundo: un consejo que se comprometa y tenga en cuenta los intereses de todos los stakeholders a la hora de tomar decisions y tercero: un consejo que de manera proactiva identifique y capte a posibles inversores que apuesten por el valor a largo plazo.
En Segundo lugar, vinculado a los riesgos, el documentos explica que cuando la encuesta consult a los ejecutivos acerca de qué es lo que probablemente disuadiría a su consejo de administración de llevar a cabo una iniciativa que se prevé que mejore el valor a largo plazo, pero que disminuya el rendimiento financiero a corto plazo, los dos factores principales fueron: Un alto grado de incertidumbre sobre el éxito de la 1 iniciativa y un marco y un apetito de riesgo orientados hacia la rentabilidad a corto plazo para los accionistas, en lugar de un crecimiento inclusivo a largo plazo.
En tercer lugar, otra de las áreas vincualdas a la gobernanza que se conlcuye de la investigación es que los sistemas de compensación necesitan un mix de incentivos a corto y largo plazo para recompensar a los ejecutivos por generar un crecimiento sostenible. Asimismo, el estudio revela que las métricas relacionadas con los objetivos ESG están ganando cada vez más peso. Sin embargo, no todas las métricas ESG son relevantes para todas las empresas, por lo que éstas deben evaluar su estrategia y determinar cuáles son las más relevantes para ellas.
En cuarto lugar, el documento muestra que, aunque la participación de los stakeholders no es un tema nuevo, muchas organizaciones siguen luchando por llevar la voz de los stakeholders a la mesa del consejo de administración y por tener en cuenta realmente sus opiniones en la toma de decisiones. En este sentido, queda claro que como punto de partida, sería valioso para los consejeros escuchar más sobre las crecientes expectativas de los inversores en relación con el valor a largo plazo y los principios ESG.
Por ultimo, una orientación hacia el valor a largo plazo tiene importantes implicaciones en la forma en que las empresas comunican sus resultados. La presentación de informes eficaces y creíbles con respecto a las métricas de valor a largo plazo — que establezcan los avances o la falta de avances — es también la clave de la responsabilidad. En este sentido, una comisión de auditoría fuerte y eficaz es clave. Sobre este punto, la investigación concluye que de han logrado avances significativos en el uso de métricas no financieras para medir y comunicar el rendimiento: el 69% hace un uso consistente de las métricas no financieras para establecer objetivos de rendimiento y crecimiento organizativos (el 39% “a menudo” y el 30% “siempre”). Además, el 65% afirma lo mismo sobre la comunicación del rendimiento sostenible a los inversores (el 40% “a menudo” y el 25% “siempre”).
Eric Duvaud, líder de Rendimiento Sostenible y Transformación de EY Francia, EY & Associés afirmó al respecto que: “Los modelos de negocio actuales se enfrentan a la creciente demanda de productos o servicios más sostenibles. Este cambio representa una forma completamente diferente de crear valor para el futuro. Hoy en día, las empresas tienen que pensar en todo el ciclo de vida de sus productos, lo que les obliga a trabajar tanto en cadenas de suministro responsables como en una ingeniería de productos responsable”.
Es válido afirmar, tras analizar los importantes datos recabados por EY, que cada vez más, los líderes empresariales se están dando cuenta de que para tener éxito necesitan tener un planteamiento integral del valor a largo plazo. En este sentido, el gobierno corporativo sostenible es un elemento clave para que las empresas incorporen un enfoque a largo plazo, que esté bajo su control para poder cambiarlo. Ahora es el momento de replantear las relaciones y establecer un compromiso efectivo con los distintos stakeholders para aplicar los elementos clave del gobierno corporativo que son fundamentales para ofrecer un valor real, sostenible para todos y todas.