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Se trata de “Net-Zero Banking Alliance” (NZBA, por sus siglas en inglés), una iniciativa promovida por Naciones Unidas en la cual los bancos que formen parte se comprometen a que todas sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite, en línea con la ciencia y los objetivos más ambiciosos del Acuerdo de París.

BBVA ofrece sus versiones sostenibles de acuerdo a estándares internacionales y a menudo vienen respaldados por opiniones independientes de expertos (empresas certificadoras) que garantizan su calidad sostenible. Además, en 2018 anunció su Compromiso 2025; su estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible que tiene como objetivo movilizar 100.000 millones de euros hasta 2025. Tres años más tarde, BBVA ha conseguido movilizar ya más de 50.000 millones en financiación verde, infraestructuras sostenibles, emprendimiento social e inclusión financiera. En concreto, sólo en 2020 la entidad ha movilizado más de 8.500 millones de euros en proyectos sostenibles en España.

En línea con estos compromisos medioambientales, la entidadd financiera se ha incorporado, como uno de los 43 miembros fundadores, a la alianza bancaria de cero emisiones netas (Net-Zero Banking Alliance: NZBA, por sus siglas en inglés) promovida por Naciones Unidas. Todos los bancos que formen parte de esta ambiciosa iniciativa se comprometen a que sus carteras de crédito y de inversión sean neutras en emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 como fecha límite. Además, el impacto directo de su actividad también tendrá que ser neutro, algo que BBVA ya ha conseguido en 2020.

El objetivo de esta alianza es que cada banco se comprometa a fijar metas intermedias de descarbonización para 2030 en línea con el objetivo de cero emisiones netas en 2050. A finales de este año -y tras anunciar que dejará de financiar el carbón-, BBVA completará sus planes y objetivos en los sectores más intensivos en emisiones de CO2: petróleo, gas, automoción, siderurgia, cemento y transporte.

Este anuncio de BBVA es un paso más tras las firma (como miembro fundador) del Compromiso Colectivo de la Acción por el Clima de la ONU (CCCA) y de los Principios de Banca Responsable en septiembre de 2019; y el Compromiso de Katowice en diciembre de 2018. Además, la entidad financiera acompañará a sus clientes en esta transición energética hacia un futuro más sostenible con planes y objetivos concretos. En ese camino, BBVA es el primer banco del mundo en usar analítica de datos para que sus clientes empresariales puedan calcular su huella de carbono. Además, BBVA ofrece una alternativa sostenible de todos sus productos y soluciones en España, tanto para particulares como para empresas.

Esta alianza marca un hito como es que todos los bancos que formen parte de la misma (con activos valorados en 28,5 billones de dólares) se alineen con el escenario más ambicioso del Acuerdo de París, es decir limitar el crecimiento de las temperaturas a 1,5ºC con respecto a los niveles existentes antes de la revolución industrial. Carlos Torres Vila, presidente de BBVA, afirmó que: “Nuestro mundo necesita más ambición, y un esfuerzo conjunto global como el de la NZBA, para acelerar el cambio hacia una economía de cero emisiones netas en 2050. En BBVA, ya somos neutros en emisiones de CO2 por nuestra propia actividad y queremos serlo también en emisiones indirectas, teniendo en cuenta las de nuestros clientes”, y subrayó: “Queremos liderar esta transformación acompañando a la sociedad en su transición hacia un futuro más sostenible”.

Se trata de una alianza que nace en el seno de la iniciativa financiera del programa medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP FI, por sus siglas en inglés) y que pretende aportar legitimidad, credibilidad y transparencia en el camino de la neutralidad en emisiones en 2050. Además, permitirá a las entidades cooperar en acelerar el desarrollo de las herramientas y metodologías necesarias en esta transición.

Este importante proyecto que busca como fin último detener la emergencia climática, reconoce en su documento de adhesión, “el papel crucial de los bancos en apoyar la transición de la economía real para alcanzar la neutralidad de carbono, algo que sólo será posible si los clientes y otros ‘stakeholders’ también ejercen su papel”. Estos objetivos no son nuevos para BBVA, que en 2020 logró la neutralidad de carbono de su propia actividad gracias al uso de energía renovable y a la compensación de toda la huella de carbono con proyectos mitigadores de CO2, que además generan un impacto positivo en las comunidades locales donde se desarrollan. Con este anuncio, lo será también en las emisiones indirectas, es decir, teniendo en cuenta también el impacto de la actividad de sus clientes.

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