M de mujer. De mujer y madre que trabaja el doble por menos dinero y más culpa. Culpable por no estar, por estar como ausente, por estar tan cansada que apenas sirve.
M de miedo. A no merecerlo, a no parecerlo, a ser una impostora.
M de misoginia rancia disfrazada de meritocracia deambulando por despachos con grandes vidrieras y cubículos con moquetas raídas.
M de maestra y de médica. De madrugar mucho porque para ellas hay pocas mamandurrias. M de museos sin autoras y medalleros sin premio. Porque quién iba a pensar que ellas también querrían reconocimiento.
M de mareas militantes que inundan las calles reclamando una igualdad eternamente postergada.
M de más, de muchas, de mejor, de mañana.
M de Manuel. El hombre que rompió cadenas para que yo volase libre.
Gracias, papá. Por tanto. Por siempre.